¿Qué es activo circulante?

Entendemos por activo circulante a aquellos bienes y derechos que posee una empresa que son convertibles en dinero o que se espera sean consumidos o vendidos en el curso del ciclo normal de operaciones de la empresa, generalmente dentro de un año.

Este tipo de activo es vital para la liquidez y el financiamiento de las operaciones corrientes de cualquier negocio.

Componentes del activo circulante

Los componentes del activo circulante abarcan diversas categorías, todas las cuales son fundamentales para el sostenimiento del día a día empresarial.

Dichas categorías incluyen:

• El efectivo en caja y en cuentas bancarias, que representa la liquidez inmediata de la empresa.
• Las inversiones a corto plazo, que se pueden liquidar fácilmente.
• Las cuentas por cobrar, que son los créditos otorgados a clientes y que se esperan cobrar en un corto plazo.
• Los inventarios, que son las existencias de productos terminados, materias primas o mercancías que la empresa tiene para la venta o producción.
• Los gastos pagados por adelantado, como seguros o rentas, que se transformarán en gastos del ejercicio en el futuro a corto plazo.

Importancia del activo circulante

La gestión eficaz del activo circulante es crítica para la viabilidad económica de las empresas, ya que incide directamente en la liquidez y en la capacidad para atender compromisos a corto plazo. Mantener un nivel adecuado de activo circulante permite afrontar las operaciones diarias sin interrupciones y respaldar las inversiones operativas y estratégicas de la entidad.

Cálculo del activo circulante

Para calcular el activo circulante, sumamos los valores de todos los recursos y derechos disponibles que se espera convertir en efectivo o consumir dentro del ciclo de operaciones normal de la empresa, que usualmente es de un año.

Esta suma incluye:

1. Dinero en efectivo y equivalentes de efectivo.
2. Inversiones a corto plazo.
3. Cuentas por cobrar.
4. Inventarios.
5. Gastos anticipados.

Ejemplos prácticos de activo circulante

Ejemplo 1: Comercio minorista

Imaginemos una tienda de ropa que tiene una caja con 5.000 euros, cuentas por cobrar de 15.000 euros y un inventario valorado en 30.000 euros. Además, ha pagado un seguro de su local por un año adelantado por un importe de 1.200 euros. El activo circulante de la tienda sería la suma de todos estos valores, es decir, 51.200 euros. Esta cantidad refleja los recursos con los que cuenta la empresa para financiar sus actividades cotidianas a corto plazo.

Ejemplo 2: Empresa de servicios

Consideremos una firma de diseño gráfico que dispone de 10.000 euros en su cuenta bancaria, cuenta por cobrar a clientes por un total de 20.000 euros y ha pagado por adelantado el alquiler de sus oficinas por seis meses, por un importe de 6.000 euros. El activo circulante de la empresa de diseño gráfico sería la suma de estos importes, lo que da un total de 36.000 euros, representando el capital inmediato disponible para sus operaciones y posibles emergencias financieras.

Gestión del activo circulante

Una adecuada gestión del activo circulante incluye el monitoreo y control de cada uno de sus elementos, asegurándose de tener la liquidez necesaria para el negocio.

Implica también la gestión eficiente de los cobros y pagos, así como el mantenimiento de un inventario optimizado que permita satisfacer la demanda sin incurrir en excesos que afecten la liquidez.