¿Qué es banca ética?

La banca ética es más que una entidad financiera tradicional, es una filosofía de inversión y de gestión financiera centrada en la transparencia, responsabilidad y el impacto positivo en la sociedad.

La banca ética se distingue por su compromiso en apoyar proyectos con un impacto social, ambiental y cultural positivo.

Prioriza la transparencia de sus operaciones, asegurándose de que los fondos de sus clientes se invierten en actividades que promueven el desarrollo sostenible y el bienestar comunitario. Esta forma de banca suele evitar financiar empresas o proyectos que estén asociados con prácticas laborales injustas, daño ambiental o armamento.

Principios de la banca ética

Para garantizar su compromiso con el desarrollo sostenible y responsable, la banca ética se rige por diversos principios:

• Transparencia: Ofrece información clara sobre a quién se presta el dinero y con qué finalidad.
• Participación de los clientes: Involucra a sus clientes en la toma de decisiones, permitiéndoles conocer y decidir sobre las inversiones realizadas.
• Responsabilidad social: Incluye el bienestar de la comunidad y el respeto al medio ambiente como parte integral de sus decisiones financieras.
• No especulativa: Se enfoca en la inversión en la economía real y proyectos a largo plazo en lugar de buscar ganancias rápidas a través de la especulación.
• Atención al no cliente: Trabaja por el interés de la comunidad extendida, más allá del interés particular de sus clientes.

¿Cómo funciona la banca ética?

La operativa de la banca ética no difiere en gran medida de la de cualquier otro banco en términos de servicios ofrecidos. La diferencia está en el enfoque de inversión.

La banca ética evalúa rigurosamente los proyectos financiados para garantizar que cumplen con estándares éticos y de sostenibilidad. Además, suele establecer vínculos con sus clientes más allá de la relación financiera, compartiendo ideales y objetivos comunes.

Listamos algunos de sus funcionamientos clave:

• Promueven productos financieros orientados a la sostenibilidad, como fondos de inversión socialmente responsables o créditos para energías renovables.
• Realizan auditorías de impacto para asegurarse de que el dinero invertido genera un cambio positivo.
• Proveen cuentas de ahorro específicas cuyos fondos se destinan exclusivamente a proyectos éticos.
• Se financian principalmente a través de los depósitos de sus clientes y de inversores comprometidos con los mismos valores éticos.

Ejemplos prácticos de banca ética

Ejemplo 1: Inversiones en energías renovables
Supongamos que un banco ético recibe una solicitud de préstamo de una empresa que busca instalar un parque de energía eólica. El banco evalúa el impacto ambiental positivo, la viabilidad económica del proyecto y el beneficio comunitario. Tras una análisis positivo, el banco decide aprobar el préstamo, promoviendo así la generación de energía limpia y el desarrollo sostenible.

Ejemplo 2: Microcréditos para emprendedores sociales
Otro caso es el de los microcréditos, que un banco ético ofrece a pequeños emprendedores en países en desarrollo. Estos créditos están destinados a personas que, debido a su situación económica, no tienen acceso a la financiación tradicional. Los emprendedores, a su vez, desarrollan negocios que benefician a sus comunidades, mejorando la calidad de vida y estimulando la economía local.

Beneficios de la banca ética

Los beneficios de optar por la banca ética son múltiples y se extienden más allá del ámbito económico:

• Fomenta la igualdad y la inclusión financiera.
• Contribuye al combate contra el cambio climático financiando proyectos verdes.
• Apoya la economía real y la creación de empleo.
• Aporta a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
• Ofrece a los clientes la posibilidad de alinear sus inversiones con sus valores personales.