¿Qué es base monetaria?

La base monetaria, también conocida como base de dinero o base de efectivo, es el total de la moneda física (billetes y monedas) que se encuentra en manos del público, más las reservas que los bancos comerciales mantienen en el banco central.

Nos referimos al público no como entidades gubernamentales, sino al sector no bancario en general, que incluye tanto a personas naturales como a empresas.

Componentes de la base monetaria

La base monetaria se compone de dos grandes partes:

• Efectivo en manos del público: que son los billetes y monedas en circulación que las personas y empresas poseen para realizar transacciones.
• Reservas bancarias: incluye las reservas obligatorias que los bancos deben mantener en el banco central más cualquier exceso de reserva que decidan mantener para gestionar eficientemente sus necesidades de liquidez.

La base monetaria y la política monetaria

Analicemos cómo se vincula la base monetaria con la política monetaria.

El banco central de un país tiene la capacidad de influir en la base monetaria a través de diversas herramientas de política monetaria. Entre estas herramientas se incluyen las operaciones de mercado abierto, los préstamos de ventanilla de descuento, y los cambios en los requisitos de reserva bancaria.

Cuando el banco central realiza operaciones de mercado abierto y compra valores como bonos gubernamentales, inyecta efectivo en el sistema bancario, lo cual aumenta las reservas bancarias y, por tanto, la base monetaria. De manera inversa, al vender estos valores, retira efectivo del sistema, reduciendo la base monetaria.

La facilidad de descuento permite a los bancos comerciales tomar prestado del banco central para cubrir sus necesidades de corto plazo, lo que también puede expandir la base monetaria. Finalmente, modificando los coeficientes de reserva (el porcentaje de los depósitos que los bancos deben mantener en reserva), el banco central puede ajustar directamente la cantidad de fondos que los bancos tienen disponibles para prestar, lo que cambia la base monetaria.

Importancia de la base monetaria

La base monetaria es un indicador importante de la liquidez en una economía y la posibilidad de que se pueda generar inflación. Una base monetaria en constante crecimiento podría, si no se administra adecuadamente, conducir a un aumento en el nivel general de precios o inflación.

Esto se debe al efecto que tiene la base monetaria en la oferta de dinero y, por ende, en la capacidad y voluntad de consumo de la población y las empresas.

Por otro lado, la base monetaria es crucial porque forma la base sobre la cual los bancos comerciales pueden crear dinero a través del proceso de multiplicación monetaria. Los bancos mantienen solo una fracción de los depósitos en forma de reservas líquidas y prestan el resto. Este proceso expande la oferta monetaria más allá de la base monetaria inicial, un fenómeno conocido como el efecto multiplicador del dinero.

Ejemplos prácticos para entender la base monetaria

Ejemplo 1

Imaginemos un escenario en el que el Banco Central Europeo (BCE) decide llevar a cabo una política monetaria expansiva con el objetivo de estimular la economía en un periodo de recesión. Para ello, el BCE compra grandes cantidades de bonos del gobierno, pagando con dinero nuevo que se crea para este fin.

Al comprar estos bonos, el BCE aumenta las reservas bancarias de los bancos comerciales, incrementando así la base monetaria. Este aumento en la base monetaria da a los bancos más capacidad para otorgar créditos y, por consiguiente, puede estimular la inversión y el consumo en la economía.

Ejemplo 2

Otra situación se daría si, por ejemplo, nos encontramos en un contexto de alta inflación y el BCE quiere contener el crecimiento de los precios. Para reducir la cantidad de dinero en circulación, el BCE puede subir los requisitos de reserva para los bancos comerciales, obligándoles a retener más dinero en sus reservas y limitando así la cantidad que podrían prestar.

Al hacer esto, está reduciendo la base monetaria, lo cual puede ser efectivo para disminuir la oferta de dinero y, por ende, la inflación.