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¿Qué es competitividad?

La competitividad es la capacidad que tiene una empresa, sector o país para ofrecer productos o servicios en un mercado bajo condiciones que sean más atractivas que las de sus competidores.

Esto puede depender de múltiples factores como la calidad, el precio, la innovación y la eficiencia en la producción o prestación de servicios.

¿Qué determina la competitividad?

Los factores que determinan la competitividad son diversos y se pueden clasificar en varios grupos. Analizamos cada uno de ellos para comprender cómo influyen en la capacidad competitiva de las entidades económicas:

Calidad del producto o servicio

Una de las primeras dimensiones a considerar es la calidad del producto o servicio que se ofrece.

La excelencia en este aspecto puede marcar una significativa diferencia competitiva, ya que satisfacer o superar las expectativas de los clientes suele resultar en una preferencia sobre opciones de menor calidad.

Costos y precios

Otro factor crucial es la estructura de costos y los precios que se establecen. Las empresas que logran optimizar sus procesos y reducir costos tendrán una mayor competitividad al poder ofrecer precios más bajos o mantener mejores márgenes de beneficio sin sacrificar la calidad.

Innovación y tecnología

Incorporar innovación y tecnología se ha vuelto esencial para mantenerse competitivos. El desarrollo de nuevos productos, la mejora de los existentes o la digitalización de procesos son ejemplos de cómo la innovación puede ser un importante diferenciador frente a la competencia.

Eficiencia organizacional

La eficiencia en la gestión de recursos y el funcionamiento organizacional son aspectos clave. Esto incluye la optimización de operaciones, la mejora continua y la adopción de prácticas de gestión eficaces.

Acceso a mercados

La capacidad para acceder a mercados, ya sean locales o internacionales, también es parte de la competitividad. Esto se relaciona con la expansión geográfica, la superación de barreras comerciales y la capacidad de adaptarse a diferentes entornos culturales y regulatorios.

Capacidad de atracción y retención del talento

El talento humano es fundamental para cualquier actividad económica. Las empresas más competitivas tienden a ser aquellas que no solo atraen sino que también retienen a los mejores profesionales, incentivándolos y ofreciéndoles oportunidades de desarrollo.

Ejemplos prácticos de competitividad

Ejemplo 1: Competitividad en el sector tecnológico

Las empresas tecnológicas se enfrentan a una competencia feroz, por lo que constantemente deben innovar para ofrecer los productos más avanzados. Si consideramos el caso de los smartphones, encontramos que marcas como Samsung y Apple se destacan por su capacidad para lanzar al mercado dispositivos con nuevas funcionalidades, diseño atractivo y tecnología de punta, lo cual las hace extremadamente competitivas.

Ejemplo 2: Competitividad en el sector servicios

En el sector servicios, las empresas de entrega a domicilio como Glovo o Deliveroo tienen que competir no solo en precio sino también en calidad del servicio y tiempos de entrega. Así, logran una posición competitiva aquellas que proporcionan una experiencia al cliente sobresaliente, mediante una plataforma intuitiva, una oferta variada, una red eficiente de repartidores y una atención al cliente que solucione incidencias de forma rápida.

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