¿Qué es coworking?

El coworking es la práctica que involucra un ambiente de trabajo compartido, dónde profesionales de diferentes sectores, emprendedores, freelancers y startups se reúnen en un espacio físico diseñado de manera que cada uno puede desempeñar sus tareas de forma independiente aunque compartiendo un mismo entorno laboral.

Este modelo procura fomentar la colaboración, el intercambio de ideas y la posibilidad de generar sinergias entre los distintos usuarios del espacio.

Características de un coworking

Un espacio de coworking se caracteriza por ofrecer diversas comodidades que buscan cubrir todas las necesidades de los profesionales que lo utilizan. Desde escritorios y salas de reuniones hasta zonas de descanso y cocinas equipadas, la infraestructura de estos lugares está pensada para impulsar la productividad y el bienestar.

Además, suelen brindar servicios adicionales como acceso a internet de alta velocidad, impresoras, y a menudo, hasta actividades de networking y eventos específicos para conectar a su comunidad.

Beneficios del un coworking

Optar por trabajar en un espacio de coworking trae consigo numerosas ventajas:

• Flexibilidad de horarios y contratos, adaptándose a las necesidades de los usuarios.
• Reducción de costos operativos a través del uso compartido de recursos.
• Oportunidades de establecer contactos profesionales y expandir la red de conexiones.
• Fomento de un ambiente creativo y colaborativo que puede impulsar la innovación.
• Mejora del equilibrio entre la vida laboral y personal al proporcionar un entorno profesional fuera de casa.

Diferencias entre coworking y oficina tradicional

A diferencia de una oficina tradicional, en un espacio de coworking no hay una asignación exclusiva de puestos de trabajo, salvo excepciones. Las áreas comunes son de uso libre y suelen contar con una gestión y organización dirigidas a promover la interacción entre los miembros, a diferencia del formato más rígido y jerarquizado de las oficinas convencionales.

Ejemplos prácticos de coworking

Imaginemos a un diseñador gráfico freelance que trabaja desde su casa, pero busca separar su vida laboral de su espacio personal; decide unirse a un espacio de coworking.

Allí no sólo encuentra un lugar agradable y equipado para desarrollar sus proyectos, sino que también conoce a un desarrollador web y juntos comienzan a ofrecer servicios integrales.

Asimismo, una startup tecnológica en sus inicios elige un coworking para establecer su base de operaciones y, gracias a ello, logra conectarse con inversores y mentores que frecuentan el mismo lugar.