¿Qué es depreciación reversible?

La depreciación es el proceso contable a través del cual disminuimos sistemáticamente y de manera justificada el valor contable de un activo fijo, debido a su uso, desgaste, obsolescencia o por el transcurso del tiempo.

Es una forma de distribuir el coste de un activo tangible a lo largo de su vida útil estimada, reflejando el consumo de los beneficios económicos que el activo aporta a la empresa.

Por otro lado, la depreciación reversible hace referencia a una situación en la que los activos que anteriormente se han depreciado incrementan su valor contable debido a una recuperación del valor en el mercado o una mejora en su estado. Este fenómeno ocurre cuando el motivo por el cual se registró la depreciación ya no está presente o se ha revertido.

La depreciación reversible permite ajustar el valor contable del activo en el balance de la empresa, revaluándolo hasta el límite del coste amortizado original, es decir, no se permite una revalorización por encima del costo de adquisición o producción del activo.

Condiciones para la depreciación reversible

Para que podamos hablar de depreciación reversible, deben cumplirse ciertas condiciones:

• El valor en el mercado del activo debe haber aumentado después de que se haya depreciado contablemente.
• Hay que poder demostrar objetivamente esta recuperación de valor a través de una valoración independiente.
• El incremento de valor debe ser duradero, y no una fluctuación temporal en su valoración.
• La reevaluación se debe reconocer en los registros contables según las normativas vigentes y las políticas de la empresa.

Normativas y limitaciones

La posibilidad de realizar una depreciación reversible no es universal y depende de las normativas contables que siga cada empresa o territorio.

Por ejemplo, en el marco de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), específicamente la NIC 16, se contempla la revaluación de activos fijos, que puede llevar a lo que comunmente llamamos depreciación reversible.

Sin embargo, esta revalorización está sujeta a ciertas reglas y debe reflejarse adecuadamente en los reportes financieros.

Ejemplo práctico 1: Recuperación de valor de un vehículo de empresa

Imaginemos que contamos con un vehículo en nuestra empresa y que después de cinco años, ha sufrido una depreciación acumulada de 10.000 euros. Un día, descubrimos que este tipo de vehículo ha experimentado un aumento inesperado en su valor en el mercado debido a su carácter de coleccionista. Tras una valoración, el valor de mercado se establece en 12.000 euros, pero habíamos registrado el vehículo en nuestros libros por solo 8.000 € después de la depreciación.

En este caso, podríamos revertir parte de la depreciación registrando un incremento en el valor contable del vehículo, pero solo hasta el límite de lo que originalmente costó. Si el coste original fue de 18.000 euros, podríamos reevaluar el vehículo hasta ese monto, pero no más allá.

Ejemplo práctico 2: Mejora en maquinaria

Pongamos que nuestra empresa tiene una maquinaria que fue depreciada por 5.000 euros durante los últimos tres años. Sin embargo, luego de una importante inversión en mejoras técnicas, su rendimiento supera incluso al estado inicial de cuando fue adquirida. Un experto valora la maquinaria, determinando que su valor de mercado actual es de 10.000 euros, pero su costo de adquisición fue de 8.000 euros.

De acuerdo con la política de depreciación reversible, ajustaríamos el valor contable de la maquinaria en nuestros libros a 8.000 euros, siempre y cuando la recuperación del valor se considere permanente y se ajuste a las normas contables que aplican a nuestra empresa.