¿Qué es deuda pública?

La deuda pública el conjunto de obligaciones financieras contraídas por cualquier administración pública, ya sea el gobierno central, autonómico o local, frente a acreedores que pueden ser tanto internos como externos.

Estas obligaciones generalmente se materializan en forma de títulos de valor o préstamos y buscan financiar el déficit presupuestario del estado, o bien, realizar inversiones públicas.

Características principales de la deuda pública

La deuda pública presenta diversas características que nos ayudan a comprender su naturaleza y funcionamiento.

Estas son algunas de sus principales cualidades:

• Volumen: Es el total acumulado de las deudas contraídas.
• Plazo: Este puede ser a corto, medio o largo plazo, dependiendo de cuándo se espera que la deuda sea saldada.
• Coste: El interés que se debe pagar por la deuda, que puede variar según el riesgo percibido de dicha deuda.
• Finalidad: El motivo por el que se solicita el préstamo o se emite la deuda. Puede ser para cubrir déficits o financiar proyectos específicos.

Tipos de deuda pública

La deuda pública puede clasificarse de diversas maneras según distintos criterios:

• Según el tipo de acreedor: puede ser interna, si los prestamistas son nacionales, o externa, si proceden de otros países.
• Según el plazo de devolución: a corto plazo (menos de un año), a medio plazo (entre uno y cinco años) y a largo plazo (más de cinco años).
• Según la forma de emisión: puede ser emitida mediante títulos de deuda como bonos y obligaciones, o mediante préstamos directos.

¿Cómo se genera y para qué se utiliza?

La deuda pública se genera cuando los gastos del estado superan a sus ingresos, lo que se conoce como déficit presupuestario. Para cubrir este déficit, el estado se ve en la necesidad de buscar financiación externa.

La deuda también puede generarse para financiar grandes proyectos de inversión que se consideren necesarios para el desarrollo y crecimiento económico del país.

Los usos de la deuda pública son variados, pero en general se destinan a cubrir déficits, realizar inversiones en infraestructuras, educación, salud o seguridad, así como para estabilizar la economía ante crisis financieras asegurando el funcionamiento de los servicios públicos.

Gestión y sostenibilidad de la deuda pública

Una gestión prudente de la deuda pública es esencial para garantizar su sostenibilidad.

Los gobiernos deben asegurar que el nivel de deuda se mantenga en cifras manejables en relación con el producto interno bruto (PIB) del país. De este modo, se evita caer en una situación de insostenibilidad que podría conducir a una crisis financiera.

Los indicadores como la razón de la deuda respecto al PIB y el coste del servicio de la deuda respecto a los ingresos fiscales son vitales para evaluar la salud de las finanzas públicas.

Ejemplos prácticos de deuda pública

Supongamos que España desea construir una nueva red de infraestructuras para mejorar la comunicación entre diferentes regiones. Si el gobierno español no cuenta con suficiente presupuesto para financiar este proyecto, puede optar por emitir bonos del estado a diez años con un interés determinado. Inversionistas tanto nacionales como internacionales pueden comprar estos bonos, prestando así dinero al gobierno que será devuelto con intereses al cabo de los diez años.

Como segundo ejemplo, imaginemos que se produce una crisis económica que reduce los ingresos fiscales del estado significativamente. Para poder mantener los servicios públicos y apoyar a la economía, el gobierno puede decidir incrementar la deuda pública tomando préstamos de instituciones financieras internacionales con el compromiso de devolver el capital más los intereses en un plazo acordado.