¿Qué es compañía?

Una compañía es una entidad legal formada por un grupo de personas, ya sean físicas o jurídicas, que se unen con el propósito de llevar a cabo actividades comerciales o empresariales.

El concepto de compañía abarca desde pequeños emprendimientos hasta grandes corporaciones y se refiere a una amplia gama de formas jurídicas, como sociedades anónimas, sociedades de responsabilidad limitada y cooperativas.

El objetivo principal de una compañía es la búsqueda de beneficios económicos a través de la realización de diferentes actividades o la prestación de servicios.

No obstante, también puede tener como propósito fomentar intereses sociales, culturales o benéficos, dependiendo del tipo de organización y objetivos específicos que esta persiga.

Características principales de una compañía

Adentrándonos en las características esenciales que definen a una compañía, encontramos varios puntos clave que son inherentes a su estructura y funcionamiento:

• Personalidad jurídica: La mayoría de las compañías tienen personalidad jurídica propia, lo cual significa que son sujetos de derecho con capacidad para contraer obligaciones y adquirir derechos, independientes de las personas que las integran.
• Capital social: Es la suma de aportaciones de los socios o accionistas que se destina a la realización de la actividad empresarial. Puede estar compuesto por dinero, bienes o derechos.
• Órganos de gobernanza: Para su funcionamiento, las compañías disponen de diferentes órganos, como la junta de socios o accionistas, el consejo de administración y la dirección ejecutiva, entre otros.
• Objeto social: Es la descripción de las actividades que la compañía está autorizada para desarrollar y que se encuentran estipuladas en sus estatutos.
• Responsabilidad limitada: En muchas formas jurídicas, los socios o accionistas limitan su responsabilidad al capital aportado, lo que significa que no responden personalmente de las deudas de la compañía.

¿Cómo se forma una compañía?

La formación de una compañía implica varios pasos que generalmente incluyen la redacción de un acta constitutiva, la inscripción en registros públicos y el cumplimiento de una serie de formalidades legales.

Estos son los pasos generales:

1. Decisión de formar la empresa y elección del tipo de entidad.
2. Redacción de los estatutos o contrato social que regirán el funcionamiento de la compañía.
3. Aportación del capital social inicial por parte de los socios.
4. Inscripción en el Registro Mercantil y adquisición de personalidad jurídica.
5. Obtención de los permisos y licencias necesarios para el desempeño de su actividad.
6. Inicio de la actividad comercial o empresarial.

Tipos de compañías

Existen diferentes tipos de compañías que se adaptan a las necesidades y objetivos de los empresarios y socios, entre los cuales destacan:

• Sociedad Anónima (S.A.): Es quizás el tipo de compañía más conocido y con mayor grado de formalidad. Se caracteriza por tener el capital dividido en acciones y sus accionistas tienen limitada su responsabilidad al capital aportado.
• Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.): Es un tipo de compañía idóneo para pequeños y medianos negocios donde, como su nombre lo indica, la responsabilidad de los socios está limitada al capital que cada uno aporta.
• Cooperativa: Se basa en la asociación de miembros que buscan satisfacer sus necesidades económicas y sociales mediante una entidad de propiedad conjunta y gestión democrática.

Ejemplos prácticos de compañías

Ejemplo 1: Sociedad Anónima (S.A.)

Imaginemos que un grupo de inversores decide constituir una empresa dedicada a la fabricación de componentes electrónicos. Tras reunir el capital necesario, redactan y firman el acta constitutiva y los estatutos, inscriben la compañía en el Registro Mercantil y comienzan a operar. Los inversores se convierten en accionistas, y cada uno posee una parte de la empresa proporcional al capital aportado. Sus responsabilidades se limitan al monto invertido, por lo que su patrimonio personal queda protegido ante posibles deudas que la sociedad pudiera contraer.

Ejemplo 2: Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.)

Un emprendedor con experiencia en sector de la hostelería decide abrir su propio restaurante. Para esto, elige la forma de una Sociedad de Responsabilidad Limitada debido a su simplicidad administrativa y porque le permite limitar su responsabilidad a la cantidad que aporta al negocio. Una vez definido el capital social, el objeto y el nombre comercial, registra la sociedad y con la obtención de los permisos necesarios, inicia su actividad. Al ser el único socio, tiene pleno control sobre la gestión de la compañía pero también se beneficia de la protección de su patrimonio personal.