¿Qué es concurso de acreedores?

Es un procedimiento judicial destinado a resolver los problemas de liquidez de una empresa frente a los pagos que tiene que hacer a terceros, de manera que los acreedores puedan asegurar su cobro y el empresario estudiar la continuidad del negocio para no caer en situación de quiebra.

La finalidad que tiene este procedimiento es conseguir reorganizar las finanzas de una empresa en concurso, para que los acreedores cobren la máxima cantidad de dinero de las deudas que tengan contraídas.

Este procedimiento puede ser presentado por el mismo deudor o por el acreedor, en el caso de que lo presente este último, deberá justificar la existencia de embargos y los incumplimientos de sus obligaciones de pagos, tanto en cuotas de Seguridad Social como en rendimientos del trabajo.

¿A quién protege este procedimiento?

Esta fórmula jurídica está pensada para proteger a aquellos individuos que no hayan cobrado, además de intentar la continuidad del negocio.

El acreedor presentará una propuesta de pago del 50% de sus deudas y un plan de pago para ir subsanando el resto de crédito.

Sin embargo, la mayoría de los concursos de acreedores acabarán en liquidación, ya que, no disponen del dinero efectivo suficiente para reemprender la actividad empresarial.

Por tanto, se pasaría a la fase de liquidación, por el hecho de que, las ventas habrían disminuido a niveles muy bajos o bien porque no consiguen financiación.

Etapas del concurso de acreedores

Las fases por las que pasa este tipo de procedimiento son:

• Declaración del concurso de acreedores.
• Nombramiento de los administradores concursales.
• Determinar los bienes que forman la masa patrimonial.
• Cálculo de los créditos que forma la masa patrimonial del pasivo y que entrarán en dicho concurso.
• Liquidación de bienes.
• Efecto del concurso.

Diferencia entre quiebra y suspensión de pagos

El concurso de acreedores es el proceso que antecede a la suspensión de pagos, y en el caso de que no se pueda llegar a alcanzar un acuerdo se declararía la quiebra.

Existen algunos países que no establecen ninguna diferencia entre ambos conceptos, es decir, equiparan la suspensión de pagos con la quiebra, de manera que ambos podrían solicitar el concurso de acreedores.

Siempre se intentará llegar a un acuerdo, pero en el caso de que no ocurra, se solicitaría la liquidación de la empresa, pagando a los acreedores según la deuda y el tipo de crédito.