¿Qué es laissez faire?

El término Laissez faire proviene del francés y se traduce como “dejar hacer” o “dejar pasar”.

Este concepto se relaciona estrechamente con las teorías económicas liberales y es un principio fundamental en la política económica y la gestión empresarial.

Orígenes e ideología del Laissez Faire

El concepto de Laissez faire tiene sus raíces en el siglo XVIII, durante la Ilustración, cuando economistas como Adam Smith argumentaban a favor de la mínima intervención del Estado en la economía. Ellos creían que si se permitía a los individuos actuar libremente en la búsqueda de sus intereses económicos, el resultado sería una mayor eficiencia y prosperidad para la sociedad en su conjunto, guiada por una “mano invisible” que equilibraría la oferta y la demanda en el mercado.

Influencia del Laissez Faire en la política económica

En términos de política económica, el Laissez faire promueve una economía de mercado en la que el gobierno se abstiene de imponer restricciones excesivas a las libertades económicas, como la fijación de precios, la creación de monopolios estatales o la imposición de barreras al comercio internacional.

El argumento es que esto permite que el mercado se autorregule y promueva la competencia, lo cual lleva a una mayor innovación y crecimiento económico.

Impacto en el ámbito fiscal

Desde el punto de vista fiscal, el Laissez faire tiende a favorecer un régimen tributario simple y con impuestos bajos, con el objetivo de maximizar la eficiencia económica y estimular la inversión.

A menudo, se argumenta que un sistema fiscal con estas características generará un ciclo virtuoso de inversión, empleo y consumo que redundará en mayores ingresos fiscales a largo plazo sin necesidad de tasas impositivas elevadas.

Aplicaciones en la gestión empresarial

En la gestión empresarial, el principio de Laissez faire se refleja en un enfoque de liderazgo y una cultura corporativa que concede autonomía y responsabilidad a los empleados.

Se espera que esta filosofía fomente la creatividad, la innovación y la eficacia operativa al permitir que los trabajadores tomen sus propias decisiones y resuelvan problemas de manera independiente.

Ejemplos prácticos del Laissez Faire

Un ejemplo práctico de Laissez faire podría ser la política económica adoptada por Estados Unidos a finales del siglo XIX, conocida como la “Era Dorada», donde la actividad empresarial experimentó un crecimiento exponencial con poca regulación gubernamental. Empresas como Standard Oil de John D. Rockefeller y Carnegie Steel de Andrew Carnegie pudieron crecer sin casi ninguna intervención estatal, lo que resultó en la creación de vastos imperios industriales.

Otro ejemplo contemporáneo puede observarse en la actitud de ciertos gobiernos hacia la industria tecnológica. Durante las primeras etapas de crecimiento de Silicon Valley, la industria de la tecnología en Estados Unidos gozó de una libertad considerable para innovar y expandir sus operaciones sin restricciones significativas, lo que contribuyó al desarrollo de empresas líderes como Google y Apple.