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¿Qué es paro estructural?

El paro estructural hace referencia a la desocupación que se produce debido a la falta de correspondencia entre las habilidades que ofrecen los trabajadores y las demandas del mercado laboral, así como por cambios en la economía que afectan a la oferta y demanda de trabajo.

Se trata de un problema a largo plazo que no se resuelve simplemente con la mejora de la coyuntura económica, sino que requiere de políticas activas y reformas estructurales.

Análisis y características del paro estructural

No podemos analizar el paro estructural sin considerar sus características inherentes.

Identificamos este fenómeno por varios indicadores claros, como son, la persistencia más allá de las fases económicas de expansión, la no correlación directa con los ciclos económicos y la dependencia de factores como la evolución tecnológica, la globalización, los cambios demográficos, la educación y la formación profesional.

La rigidez del mercado laboral es un aspecto clave en el paro estructural, donde las regulaciones y leyes existentes no favorecen la creación de empleo o la adaptación rápida a los cambios económicos.

Además, la desactualización profesional se manifiesta cuando las habilidades de los trabajadores no se adaptan a las nuevas exigencias tecnológicas o productivas del mercado.

Factores que contribuyen al paro estructural

Enumeramos los factores fundamentales que propician el paro estructural:

  • Transformaciones tecnológicas: La automatización y la digitalización pueden hacer obsoletas ciertas habilidades y empleos.
  • Globalización: La capacidad de mover producción a países con mano de obra más barata afecta a ciertos sectores locales.
  • Avances educativos y formativos: Un desfase entre la formación de los trabajadores y los requerimientos del mercado.
  • Cambios en la industria y servicios: Transiciones en las áreas económicas dominantes, por ejemplo, de la manufactura a los servicios.
  • Políticas laborales y de mercado: Legislaciones que no fomentan la flexibilidad laboral o la creación de empleo.

Cómo abordar el paro estructural

Combatir el paro estructural supone implementar estrategias que impliquen la participación tanto del sector público como del privado.

Entre las medidas más efectivas, destacamos:

  • Reformas en la educación y formación: Adaptar los planes de estudio y formación profesional a las necesidades actuales y futuras del mercado.
  • Fomento de la reconversión laboral: Promover la movilidad y el reciclaje profesional de los trabajadores desplazados por los cambios tecnológicos o económicos.
  • Flexibilización del mercado laboral: Crear un marco que permita una mayor adaptabilidad en las relaciones laborales.
  • Incentivos a la contratación: Proporcionar ayudas y ventajas fiscales a las empresas que contraten a trabajadores en riesgo de paro estructural.

Ejemplos prácticos del paro estructural

Ejemplo 1: Imaginemos la industria del automóvil en una región donde predomina la fabricación de vehículos con motores de combustión interna. Si a nivel global se impone un cambio hacia el coche eléctrico, muchos de los trabajos actuales podrían desaparecer o transformarse, generando paro estructural entre los trabajadores que no posean las habilidades necesarias para el nuevo contexto.

Ejemplo 2: Consideremos el sector de la telefonía móvil. Los avances en tecnología y la demanda de nuevos servicios y aplicativos han reducido la necesidad de empleados especializados en la reparación de modelos antiguos de teléfonos. Los técnicos que no se han actualizado en el manejo de las nuevas tecnologías podrían enfrentarse a una situación de paro estructural.

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