Cómo puedes planificar mejor tu trabajo
La planificación es imprescindible para obtener el éxito profesional. No importa si tienes muchos clientes o muchos pedidos. Si no aplicas una correcta planificación, no podrás ofrecer el servicio adecuado, sufrirás estrés profesional y tu negocio se puede ver afectado negativamente.
Para evitar estas situaciones, la planificación del trabajo es la clave. Te ayudamos a realizarla lo mejor posible con estos consejos:
En este artículo encontrarás
Identifica tus objetivos principales
Lo más lógico es que tengas ante ti muchos objetivos. Pueden ser servicios que debes aportar, productos que deben estar listos… Obviamente todos los clientes y todo el trabajo es importante, pero seguro que puedes diferenciar cuáles tienen mayor urgencia o corresponden a pedidos de mayor cantidad de ingresos.
Si identificas cuáles son los prioritarios y te dedicas a ello antes que a los demás, rentabilizarás al máximo tu trabajo. Además, descubrirás que para objetivos secundarios también tienes suficiente tiempo.
¿Tienes una tarea difícil? Dale prioridad
Relacionado con lo anterior, los objetivos principales también suelen ser los trabajos o tareas más difíciles de desarrollar. Cuanto antes termines con ello, mejor trabajarás.
Ten en cuenta que el esfuerzo profesional (físico y mental) no puede seguir un ritmo constante. Si vuelcas todas tus energías en las tareas más difíciles, las que son más sencillas podrás abordarlas con menos esfuerzo. Al revés, sin embargo, solo conseguirás estresarte y, probablemente, no termines el trabajo pendiente.
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Organiza y controla las tareas diarias
La planificación general puedes realizarla de dos formas (te aconsejamos compaginarlas). La primera de ellas a largo plazo, ya sea semanalmente o incluso en periodos más amplios.
Realiza una lista de todas las actividades de la semana, si puede ser con divisiones diarias, mejor. Ves añadiendo las nuevas tareas que surjan y señalando las que has conseguido terminar.
Durante el trabajo diario, si es aplicable crea alarmas o notificaciones que te ayuden a recordar tareas pendientes. Hay muchas apps de organización laboral y, lejos de ser un sistema de presión, en realidad sirven perfectamente para saber si mantienes un ritmo de trabajo adecuado o no.
Aprende el mensaje positivo que es decir «No»
La palabra «No», por definición, tiene un sentido negativo. En productividad, sin embargo, puede simbolizar una mejor organización. Si has planificado correctamente todo tu trabajo y un cliente te expone la necesidad de una tarea difícil e importante, para la que no tienes tiempo real, debes explicarle que no es posible realizarla.
Transmite a tu cliente que quieres darle el servicio y la importancia que merece la tarea. Quizás sea posible adelantar un poco y terminar todo el trabajo en otras fechas. Las prisas no suelen ser buenas compañeras de la rentabilidad y, mucho menos, de una correcta planificación del trabajo.
Prevé los imprevistos
No temas, que no estamos pidiéndote cosas imposibles. Debes asumir que en todos los trabajos hay imprevistos. Por eso, en la planificación te aconsejamos dejar un tiempo destinado a estas tareas. Aunque no es lo más deseable, al final los imprevistos llegan y si nos hemos preparado para ello, sus consecuencias nos influirán menos.
En el mejor de los casos, estos imprevistos no aparecerán, por lo que tienes ante ti dos opciones principalmente. Por un lado, puedes intentar adelantar el máximo de trabajo posible, para luego no tener la presión temporal tan encima de ti.
En segundo lugar, puedes dedicar este tiempo a proyectos e iniciativas que no sabes hacia dónde te dirigirán. En muchos casos, estas iniciativas personales consiguen convertirse en nuevas líneas de negocio y, como mínimo, te ofrecerán una mayor competitividad respecto a otras empresas y profesionales.
Disfruta del tiempo libre
No importa si es un hobby, un deporte que practicas o, simplemente, te gusta dedicar algo de tiempo a ver tu programa favorito o un partido de tu equipo. Disfruta de este tiempo libre y, curiosamente, mejorarás en tu rendimiento profesional.
La razón es que si un trabajador tiene ciertos objetivos después de su jornada laboral, hace todo lo posible para no tener que dedicar más tiempo a las tareas previstas. Esto evita distracciones durante el trabajo y, curiosamente, te permite llegar antes a los objetivos.
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