Estrategias empresariales
Si quieres que tu negocio sea un éxito, te enseñamos como hacer las cosas de forma correcta, para ello, necesitarás tener claras tu estrategia empresarial, es decir, dónde estoy, dónde quiero llegar, y cómo llegaré.
En este artículo encontrarás
¿Qué es la estrategia empresarial?
Hay que tener muy claro, que la estrategia empresarial es la base para poder construir un negocio exitoso, ya que, con ella, darás valor a tu empresa, además de tener claro, el qué hacer y cómo hacerlo.
En ella, debemos reflejar los objetivos a seguir, teniendo en cuenta los recursos y acciones de la empresa.
Las claves más importantes de una buena estrategia empresarial, es, por un lado, destacar la comunicación interna de la propia empresa, ya que, será crucial que todos los departamentos involucrados en dicha estrategia la conozcan, además, de la facilidad que debe tener para que se adapte a los cambios del entorno.
Estas estrategias deben de ser diseñadas a corto plazo, ya que, el entorno se encuentra en pleno movimiento, por tanto, debemos observarlo continuamente.
Dentro de este entorno, la empresa debe tener en cuenta la competencia actual y futura, además de la situación económica de su mercado.
Los conceptos más importantes que deben estar definidos en la estrategia empresarial son la visión, la misión y los fines, tanto a corto como a largo plazo.
Con esta estrategia incorporaremos las políticas y acciones adecuadas para cumplir los objetivos definidos, y poder anticiparnos a las variaciones que puedan surgir en el entorno, de ahí, su importancia en la revisión y evaluación continuada.
Tipos de estrategias
– Estrategias corporativas
Son las encargadas de definir la misión de la compañía, sus objetivos, su dirección (hacia donde ir), éstas se desarrollan basándose en los propios valores de la empresa, sin tener en cuenta la competencia.
Su elaboración les corresponde a los altos cargos de la dirección y ocupará la parte alta de la pirámide empresarial.
– Estrategias competitivas
En este tipo de estrategia, a diferencia de las corporativas, sí vamos a fijarnos en la competencia, y así, poder conocer su funcionamiento, ya que, de eso dependerá nuestro movimiento en el mercado.
Se pude llamar también estrategia de negocio, y nos enseñará a competir en cada negocio.
– Estrategias funcionales
Este tipo de estrategia incluye el marketing, la tecnología, los canales de distribución, etc., y se elaborará de forma posterior a las anteriores.
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¿Cómo elegir la mejor estrategia?
Lo primero que debes hacer, es obtener el máximo de información posible, tanto interna como externa, ya que, no bastará con tener una buena idea de negocio, sin el previo estudio de las entradas o inputs, porque tendrás un mayor riesgo de fracaso en la implantación de la idea.
Es importante, que preveas las variaciones posibles, para saber afrontarla de forma eficaz, esto se conseguirá simulando las distintas situaciones.
Otra clave se centra en el departamento de I+D (investigación y desarrollo), ya que el éxito de un producto dependerá de su originalidad o su ruptura con lo tradicional, ya que, los grandes éxitos provienen de grandes ideas innovadora.
Una vez generadas las ideas y sus análisis, tendremos desarrollada la estrategia a corto plazo, ahora toca pasar a estudiar el largo plazo, preguntándonos ¿hacia dónde quiero ir?:
Planificación de la estrategia, en esta fase hay que tener en cuenta aspectos primordiales como, analizar los riesgos tanto actuales como potenciales, qué es lo más importante que tienen que asegurar, qué trabajos se van a desarrollar y que técnicas se usarán, quién será el responsable de la planificación y los plazos que hay que cumplir para llevarla a cabo.
Otro punto importante, es la comunicación, que, junto a la ejecución y la creación de la estrategia, forman la estructura principal para que el éxito esté asegurado.
Digamos, que hasta este punto hemos realizado la parte teórica de la estrategia, desde este momento pasamos a la práctica, donde los responsables darán comienzo a la ejecución de esta.
Una vez puesta en marcha, no debes relajarte, sino que debes asegurarte de que todo sale bien, hay que estar atentos a los errores, anticiparse a las variaciones y poder corregirlos de forma rápida, de ahí, que el control constante sea fundamental, ya que, te avisará de algún cambio posible.
La organización debe estar centrada en el cliente, con unos líderes intermedios para controlar que la línea de empleados funciona según lo previsto, y en caso de algún cambio poder anticiparse.
Conclusión
Crear un modelo de negocio caracterizado por la rapidez, innovación y flexibilidad bastaría con observar al creador de “Inditex”, que pasó de una pequeña empresa en La Coruña, a ser el número uno en la distribución de productos textiles.
Claramente, su éxito reside en la adaptación de nuevas estrategias, ante las variaciones económicas que han existido, como, por ejemplo, posicionar su producto con marca, ampliar las vías de comunicación, etc.
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