¿Afecta la tecnología a la productividad de tu empresa?
La tecnología nos ha facilitado la vida en muchos sentidos. De hecho, algunas empresas y startups no podrían haber surgido sin ella. Sin embargo, su predominio en casi todas las facetas de nuestra vida, incluso por descontado en el trabajo, puede acabar afectando negativamente a la productividad de una empresa.
A continuación te contamos algunos inconvenientes de las nuevas tecnologías en el día a día de una compañía. Si identificas alguno o varios de estos problemas, también te contamos qué solución puedes adoptar.
En este artículo encontrarás
Distracciones de Internet
Uno de los mayores problemas que está motivando acciones inmediatas es el acceso a Internet. Por un lado, la conexión a la Red permite la comunicación por correo electrónico o incluso la consulta en Google de muchas dudas que ayudan a todo tipo de profesionales.
Pero igualmente es posible acceder al periódico del día, consultar redes sociales o informarse sobre cualquier tema de interés no profesional.
La navegación por Internet puede suponer varios minutos de pérdida de productividad al día y el bloqueo de acceso, aunque sigue siendo frecuente, no es la mejor solución. Curiosamente el problema está desapareciendo prácticamente solo, gracias a los teléfonos móviles, cada vez mayores sustitutivos del uso personal de Internet.
Los teléfonos móviles de empresa
Relacionado con el anterior tema, muchas empresas tienen a sus empleados constantemente pendientes del teléfono móvil. Cualquier notificación o conversación de mensajería instantánea es una tentación demasiado grande, que acaba robándoles demasiado tiempo de trabajo.
Una solución conciliadora puede ser regalar un móvil de empresa. Los empleados pueden contar con ese móvil durante el horario laboral y no tener que gastar el suyo, incluso hacer llamadas personales si la situación lo requiere. Sin embargo, no se instalarán aplicaciones, que es lo que consume la mayor parte del uso común que se hace con los smartphones.
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La monitorización digital excesiva
Las nuevas tecnologías ofrecen demasiadas distracciones y la búsqueda de una productividad perfecta ha generado, a su vez, el desarrollo de tecnología que sirva de monitorización sobre lo que realizan los profesionales de una empresa.
Es posible comprobar el historial de navegación, las veces que se consulta el correo electrónico, las comunicaciones efectivas con clientes, los objetivos alcanzados… En suma, una monitorización completa de todo lo que hace un profesional en el horario de trabajo. Esto, paradójicamente, provoca menor efectividad laboral y mal ambiente personal.
La monitorización está bien, pero es mejor dirigirla hacia un asunto concreto, por ejemplo donde se tenga constancia que hay un problema de productividad, dejando el resto de la organización del trabajo de los profesionales a ellos mismos. Transmitirás confianza, que delegas tareas y que hay un compromiso mutuo entre empresa y trabajador.
El WiFi compartido
La pérdida de productividad por las nuevas tecnologías no siempre es provocada por un uso incorrecto de ellas, a veces lo es por descuidos involuntarios. Por ejemplo, si tu empresa funciona con dispositivos conectados a una red WiFi, en el caso de que sin querer esta red se comparta con dispositivos externos puede provocar una ralentización que irá creciendo con el tiempo.
Al final, la navegación en los sistemas digitales de la oficina será cada vez más lenta y esto afectará directamente a la productividad en general.
La solución pasa por un sistema de WiFi protegido, al que se le preste una seguridad informática constante, a ser posible en manos de empresas especializadas en ello.
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