Diferencia entre neto y bruto: ¿cómo cobrar?

Cuando realizas un servicio y llega la hora de emitir la factura, puede que confundas los términos “bruto” y “neto”, si te ocurre esto, también, con los conceptos de precio o importe.

Hoy vamos a explicarte de una manera muy sencilla cómo diferenciar el bruto del neto, para que no vuelvas a confundir estos términos. Así, no tendrás ninguna duda sobre lo que te corresponde recibir por parte del cliente.

Pero, antes de empezar, permítenos recomendarte que te pases por nuestra calculadora freelance para facilitarte los cálculos y la operativa de tu negocio.

¿Cuál es la diferencia entre importe neto y bruto?

El precio bruto sería el valor total del servicio o venta sin incluir ninguna deducción, ni impuesto. Mientras, el precio neto sería igual al bruto, menos los impuestos y las deducciones.

En otras palabras, el importe bruto es el valor total del producto o servicio sin incluir ninguna deducción o descuento, ni impuestos.

Por otra parte, el importe neto es el importe bruto más impuestos y menos descuentos o deducciones, todos ellos aplicados sobre el importe bruto.

O dicho de otra manera, el precio sería el valor individual por unidad del producto o servicio y el importe sería la suma total de todos los productos o servicios adquiridos. Y respecto al bruto y el neto, el bruto es antes de aplicar impuestos y/o deducciones, y el neto después de hacerlo.

Cómo calcular el importe neto de una factura

Los conceptos de neto y bruto, debemos de tenerlos muy claros, para evitar errores que suelen ser muy comunes.

Para verlo mejor, vamos a poner un ejemplo. 

Supongamos que tenemos que emitir una factura a un cliente por la venta de un ordenador que cuesta 2500 €. ¿Cuál sería el importe bruto y el neto de esta operación?

• Precio bruto: 2500 € → es el precio por el que se vende el ordenador.
• IVA aplicado 21%: 525 € → la cuantía que corresponde pagar de impuesto según el precio del ordenador.

2500 € x 21% = 525 €.

• Importe neto: 2500 €+ 525 € = 3025 € → el total que debe pagar el cliente por el ordenador más los impuestos.

En este caso, la diferencia entre el importe bruto y el importe de la venta, al que llamamos neto, es justo la cantidad correspondiente al IVA y que es obligatorio aplicar.

Diferencia entre salario bruto y neto

Los términos bruto y neto también se pueden aplicar a los salarios. Entonces, nos encontramos con los conceptos de salario neto y bruto, que son totalmente diferentes y cuya diferencia debes tener muy clara para no llevarte sorpresas a la hora de cobrar la nómina.

Para hacértelo más fácil, en Billin hemos creado una herramienta que te permite hacer el cálculo del salario bruto a partir del valor neto de forma rápida y sencilla.

La fórmula para calcular el salario neto es la siguiente:

Salario neto = salario bruto – impuestos y retenciones – Seguridad Social.

En general, cuando pactamos nuestro salario con un empresario se habla siempre de salario bruto. Por eso, cuando el trabajador recibe su nómina y ve que no es lo que esperaba, surgen las discrepancias. Pues, no había tenido en cuenta los impuestos ni retenciones:

• El salario bruto es el total antes de aplicar las deducciones y la retención.
• El salario neto es lo que el trabajador realmente recibe en su cuenta corriente en concepto de nómina.

Un ejemplo. Supongamos que un trabajador recibe una nómina neta de 2000 euros en concepto de su trabajo. ¿Cuál es el importe bruto por el que este trabajador está contratado?

Calculemos:

• Nómina neta: 2000 euros, es decir, lo que la empresa le va a ingresar en su cuenta bancario cada mes.
• Cuota de Seguridad Social del trabajador: 196 euros.
• Retenciones: 230 euros.

(ATENCIÓN: estos datos son un ejemplo sencillo y no real porque hemos aplicado un importe de retención simulado, ya que la cuantía real de las retenciones depende de la situación personal y familiar del trabajador, y está sujeta a la aplicación de unas tablas).

Si el trabajador de nuestro ejemplo quisiera conocer cuánto cobraría si no existieran las deducciones (importe bruto), tendría que realizar la siguiente operación: sumar a la nómina neta las deducciones aplicadas (196 + 230 = 426 euros) y el resultado es la percepción bruta.

2000 € + 196 € + 230 € = 2426 euros.

Este importe neto no es fijo porque puede variar si en algún momento cambia la situación personal o familiar del trabajador. En el caso de producirse una subida salarial y cambio de rango en la tabla que se aplica para el cálculo de las retenciones por rendimientos del trabajo, no solo se modificará el salario bruto, sino también el salario neto.

En definitiva, debes tener siempre presente que, por norma general, el importe pactado por una retribución salarial se establece en términos del bruto. Por eso, debes saber que a ese importe se le aplicarán las deducciones correspondientes, dando como resultado el salario neto.

¿Qué conceptos se restan para pasar de salario bruto a neto?

Para pasar del salario bruto al salario neto, las cantidades que se deben considerar son:

• Cotizaciones a la seguridad social: que dependerán del tipo de contrato que tenga el trabajador definido o temporal. Debes saber que esta cotización consta de 2 partes, la que te corresponde a ti (que repercute en tu nómina y que retiene tu empleador para hacer el ingreso a la Seguridad en tu nombre) y la parte que también tiene que pagar la empresa por ti. Estas cantidades dependen del porcentaje incluido en los presupuestos generales del Estado.
• Retenciones: (IRPF) que son directamente ingresadas en la Agencia Tributaria y varían en función de los ingresos obtenidos y de la situación familiar, es decir, que cuanto más alto sea el ingreso obtenido, mayor cuota se aplicará de retención. Estas retenciones, que se aplican sobre tu nómina, también las ingresa la empresa en tu nombre cada mes.

En ambos casos, tu empleador actúa como mero intermediario entre la Administración y tú, realizando el abono de cotizaciones y retenciones a tu nombre para agilizar la operativa administrativa.

Es importante tener conocimientos sobre los componentes que forman tu nómina, ya que así sabrás todo lo que te paga la empresa y por qué.

Importe bruto, neto y precio de venta

Normalmente, cuando se habla del precio de un producto parece que solo hay uno, pero en realidad hay 3 tipos de precio diferentes, según el momento de la venta que estés observando:

• El precio bruto de un producto o servicio es el importe que va a recibir el autónomo o empresario por él y que se calcula teniendo en cuenta el coste de elaboración y el margen de beneficio necesario para la continuidad de la empresa. Este es el precio que aparece en la factura de forma individual y cada producto/servicio tiene el suyo.i
• El precio neto de un producto o servicio es el precio bruto al que se le han aplicado los descuentos y/o bonificaciones que existan, pero todavía no tiene incluidos los impuestos. Sería como un intermedio entre el precio bruto y el precio de venta que ya es el final. Si no hay nada que aplicar, entonces coincidirá con el precio bruto. Este precio también consta en la factura porque es el que finalmente se utilizará para el cálculo de la venta.
• El precio de venta es el precio total del producto/servicio que incluye los impuestos que correspondan. Como hemos visto,a la hora de calcular el precio bruto solo se tienen en cuenta los costes y el margen de beneficio, pero no se incluyen ni los descuentos ni los impuestos. Esto es porque:
  •  No siempre hay bonificaciones o descuentos y cuando se hacen es más tarde sobre el precio bruto. 
  • Los impuestos se deben aplicar al final de todo, en el momento de la venta y, por eso, no coincidirá con el precio final de la venta.

El precio de venta es el que sueles ver en las etiquetas de los productos como P.V.P. (precio de venta al público) donde ya está todo incluido (descuentos, impuestos).

Como ves, precio bruto, precio neto y precio de venta son conceptos diferentes que necesitas conocer a la hora realizar una compra o una venta para comprender la factura. 

Esta importancia de diferenciar entre los conceptos bruto y neto también se aplica cuando se habla de salarios, ya que así es fácil entender que el importe que se pacte pagar en el contrato de trabajo siempre será distinto del importe abonado en la cuenta bancaria:  

• Si pactas en neto, esa será la cantidad que entrará en tu banco. 
• Si pactas en bruto, tendrás que hacer el cálculo para saber qué importe neto es el que realmente vas a ingresar.

Preguntas frecuentes

A continuación, vamos a dar respuesta a cuatro preguntas que son las más que dudas suscitan.

¿El precio neto es con IVA o sin IVA?

Como hemos explicado antes, existen tres conceptos de precio diferentes: el bruto, el neto y el de venta. Esto se ve claramente cuando hablamos en términos comerciales para diferenciar las fases de una venta. En el ámbito contable más técnico, el precio neto es el precio después de descuentos, pero antes de impuestos.

No obstante, en el lenguaje habitual, para entendernos, se suele utilizar “precio neto” como el precio total que tenemos que pagar al final de la venta, es decir, el precio que ya lo tiene todo incluido, IVA (impuestos) y retenciones.

Por lo tanto, y para comprenderlo de forma sencilla, podemos decir que el neto ya tiene el IVA incluido, aunque no sea estrictamente correcto.

¿Los descuentos se aplican sobre el neto o bruto?

Los impuestos son de obligada aplicación sobre los importes que se van a cobrar al cliente, por lo que los descuentos deben aplicarse sobre el bruto, es decir, antes de los impuestos. De esta forma, el cálculo de los impuestos se hará correctamente, ya que se gravarán los importes reales de la venta, que es de lo que se trata.

¿Qué diferencia existe entre precio neto y base imponible?

A primera vista, podría pensarse que son cosas parecidas porque ambos se refieren a importes antes de impuestos. Pero, en realidad, no tienen nada que ver una cosa con la otra. 

Para verlo mejor, vamos a tomar el ejemplo de una factura:

• El precio neto se refiere solo al importe del producto o servicio que se va a vender y sobre el que se pueden aplicar descuentos. Por ejemplo, cuando se produce el lanzamiento de un producto o se quiere liquidar el stock. En estos casos, se baja el precio del producto para que sea más barato y después se le aplica los impuestos correspondientes, como el IVA.
• La base imponible es el importe total de la factura antes de aplicar los impuestos, es decir, que recoge más conceptos, además del precio del producto, que se pueden repercutir sobre el cliente: el embalaje, el transporte, seguros, comisiones, etc. Por lo que la base imponible puede ser igual o superior al precio neto.

Entonces, el precio neto solo considera el valor del producto y forma una parte de la base imponible de la factura.   

En el caso de que la factura solo tenga el importe del producto, sin ningún otro concepto más, tampoco serían lo mismo: el precio neto considera descuentos y bonificaciones afectando al importe de lo que se vende, pero la base imponible no los tiene en cuenta.

¿El precio neto es definitivo o se puede cambiar?

En principio, como el precio neto ya tiene incluidas las bonificaciones y/o descuentos que se han acordado con el cliente, este importe es el que se utilizará para calcular la base imponible de la factura, calcular los impuestos y dar el total a pagar.

Pero, si después de emitirse la factura cambian las circunstancias –porque se hacen descuentos por volumen o hay una devolución que afecta al precio neto que tenía aplicado un descuento por cantidad y ya no aplica–, entonces, como la primera factura no se puede anular, se debe rectificar con una factura rectificativa. En ella se corregirá el precio neto como corresponda.

Por tanto, el precio neto podrá variar a posteriori bajo determinadas circunstancias que pueden anular la factura anterior.