¿Qué es un impuesto regresivo?
Hoy vamos a centrarnos en el impuesto regresivo, veremos su definición y algunos ejemplos de los existentes en el sistema tributario español, en concreto, nos enfocaremos en el estudio del IVA.
En este artículo encontrarás
¿Qué son los impuestos regresivos?
Los impuestos regresivos son aquellos que se imponen de tal manera que el gravamen se reduce a medida que aumenta la cantidad sujeta al impuesto.
Los impuestos regresivos no tienen ningún efecto sobre la redistribución de la riqueza. Es más, cuanto más elevado sean los impuestos regresivos más contribuirán a la desigualdad social, ya que, éstos representan mayor carga para los pobres que para los ricos.
Un ejemplo del comportamiento de un impuesto regresivo es la inflación, el IVA, etc.
Si investigamos y hacemos algunos cálculos sencillos no es difícil darse cuenta que los más desfavorecidos económicamente saldrán perjudicados con este tipo de impuestos.
Veamos un ejemplo con un impuesto regresivo:
Supongamos que un trabajador gana 2.000 euros al mes, del cual, gasta un 70% de su sueldo sobre el que se carga el 21% de IVA, es decir:
70% x 21% = 0,40 x 0,21 = 0,147 = 14,7%
Por otro lado, otro ciudadano gana 1.000 euros al mes y gasta el 85%, teniendo una tasa de IVA del 21%, es decir:
85% x 21% = 0,85 x 0,21 = 0,178 = 17,8%
Como podemos comprobar en el segundo caso, el impuesto tendrá una mayor carga sobre el ciudadano que gana menos dinero.
Tipos de impuestos regresivos
Uno de los tipos de impuestos más conocido como regresivo es el IVA (Impuestos sobre el valor añadido), el cual, grava el consumo, y tenemos tres tipos de IVA en España, que son:
- 21%: IVA General
- 10%: IVA Reducido
- 4% IVA Superreducido
Dependiendo del producto que compres, llevará un IVA u otro.
Si compras en un supermercado sabes que allí acuden a comprar tanto personas con altos ingresos como con bajos ingresos, donde un ciudadano con bajos ingresos que compre una botella de agua le costará lo mismo que a un ciudadano con altos ingresos.
Por tanto, ambos pagarían la misma cantidad de impuesto por la botella de agua, pero para la persona pobre supondría destinar una mayor parte de sus ingresos, que si lo comparas con otra persona considerada menos pobre (es decir, obtiene mayores ingresos).
Como puedes observar, el IVA que paga una persona que cobra poco le supone un mayor porcentaje de sueldo que para alguien que cobra mucho más, de ahí, que si todos los impuestos fuesen regresivos habría una mayor desigualdad social que la que hay actualmente.
Por ello, los estados o gobiernos incluyen otros impuestos que no son regresivos, como son los progresivos y proporcionales, ya que, éstos gravan al ciudadano que más tiene.
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¿Cuál es la diferencia entre impuestos proporcionales, impuestos regresivos e impuestos progresivos?
Impuestos proporcionales
Los impuestos proporcionales se definen como aquellos cuyo tipo de gravamen siempre es el mismo, sin tener en cuenta la base imponible, es decir, aplicará el mismo porcentaje.
A diferencia de los impuestos progresivos no cumplen una función de redistribución de la renta.
El Impuesto de Sociedades es un ejemplo de un impuesto proporcional, ya que, aplica a las sociedades mercantiles un tributo del 25% como tipo general por su beneficio, aunque existen excepciones a esta regla.
Impuestos regresivos
Si tomamos como ejemplo el Impuesto correspondiente a las bebidas alcohólicas, éste consiste en que los fabricantes de alcohol tienen que pagar una cantidad determinada por cada hectolitro de alcohol destilado.
Por tanto, si a una fábrica grande con una elevada facturación le gravan la misma cantidad que a una fábrica con menos facturación, claramente la primera fábrica saldría beneficiada, esto es lo que quiere decir impuesto regresivo.
Impuestos progresivos
El impuesto progresivo es un gravamen que se establece en función del nivel de renta. Es decir, cuanto mayor sea la base imponible o los ingresos, mayor será el porcentaje de impuestos a pagar.
Con los impuestos progresivos el tipo de tasa irá aumentando cuanto mayor sea la capacidad económica del contribuyente obligado al pago, justo lo contrario al impuesto proporcional.
Los impuestos progresivos ayudan a las personas con menos ingresos, de manera que se consiga una mayor redistribución de la riqueza, aunque muchos expertos consideran que estos tributos frenan el crecimiento económico de las personas, ya que, cuanto más se gana más hay que pagar.
Un claro ejemplo de impuesto progresivo el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ya que, en casi todos los países se establece de manera progresiva.
Existen tres tipos de progresividad en un impuesto:
- Por clases: el gobierno establece distintos grupos de personas según sus rentas, y a cada grupo se le aplica un porcentaje.
- Por escalones: se determinan diferentes escalones de renta y a cada escalón de renta se le aplica un impuesto diferente.
- Continua: Se divide la renta en fracciones y se le aplica un tipo impositivo distinto, aunque la diferencia entre las rentas fuese muy pequeña.
La principal diferencia entre los progresivos y los proporcionales, es que en los primeros el tipo de gravamen aumentará a medida que se incrementa la renta, mientras que los segundos siempre será el mismo gravamen, independientemente del nivel de renta.
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