¿Qué pasa si soy autónomo y no facturo nada?
Ser autónomo implica una serie de compromisos y responsabilidades, tanto si se generan ingresos como si no.
Muchos trabajadores por cuenta propia pasan por etapas en las que no facturan o tienen ingresos muy bajos, ya sea por la naturaleza de su actividad o por circunstancias del mercado.
En estos casos, es natural preguntarse qué pasa si soy autónomo y no facturo nada y cómo afecta esto a mis obligaciones fiscales y de cotización.
A diferencia de lo que muchos creen, el hecho de no generar ingresos no exime de cumplir con las responsabilidades legales.
Tanto Hacienda como la Seguridad Social siguen exigiendo el cumplimiento de una serie de obligaciones, entre ellas el pago de la cuota de autónomos y la presentación de las declaraciones fiscales correspondientes, aunque estas tengan cero como resultado.
Ignorar estas obligaciones puede derivar en sanciones económicas, complicando aún más la situación de los autónomos sin ingresos.
En este artículo, vamos a examinar en detalle qué ocurre en estos casos, cómo afecta a tu situación económica y qué opciones tienes para gestionar de manera eficiente tus obligaciones, evitando posibles sanciones.
Además, responderemos a preguntas clave, tales como si es necesario pagar la cuota de autónomo sin ingresos o si debes realizar la declaración de la renta siendo autónomo sin ingresos.
En este artículo encontrarás
Soy un autónomo sin ingresos o con ingresos bajos
Encontrarse en una situación en la que no se generan ingresos o estos son muy bajos es una realidad común para muchos trabajadores autónomos.
En estos casos, ser autónomo sin ingresos no te exime de los compromisos con la Seguridad Social y Hacienda, por lo que es esencial conocer qué pasos debes seguir para evitar sanciones.
Uno de los principales retos que enfrentan los autónomos en esta situación es el pago de la cuota de autónomos, un gasto fijo que debes afrontar cada mes.
A partir de 2023, con la nueva normativa de cotización por ingresos reales, es posible ajustar esta cuota en función de lo que factures, lo que supone un alivio para los autónomos con ingresos bajos, pero en cualquier caso, sigue siendo un coste fijo a tener en cuenta.
Además del pago de la cuota, los autónomos deben presentar las declaraciones trimestrales de impuestos, aunque no hayan facturado. Dejar de presentar estas declaraciones, aunque no hayas generado ingresos, puede acarrear sanciones por parte de Hacienda.
Si te encuentras en una situación prolongada de falta de ingresos o con ingresos bajos, podrías considerar otras opciones, como darte de baja temporalmente como autónomo para no seguir asumiendo los costes, aunque esto tiene implicaciones tanto a nivel de cotización como de cobertura social.
Estar sin ingresos como autónomo es una situación difícil, pero con planificación y gestión adecuada de tus obligaciones fiscales, puedes evitar problemas mayores.
¿Qué pasa si soy autónomo y no facturo nada?
Si te encuentras en la situación de ser autónomo y no generar ningún tipo de ingresos, es fundamental saber qué pasa si soy autónomo y no facturo nada y cómo puede afectar a tus responsabilidades fiscales y cotizaciones.
¿Tengo que pagar la cuota si soy un autónomo sin ingresos?
Una de las principales dudas que surge entre los trabajadores por cuenta propia es si es necesario seguir pagando la cuota cuando no se generan ingresos. La respuesta general es que sí.
Aunque no tengas ingresos, la normativa actual exige pagar la cuota de autónomo sin ingresos, ya que el hecho de estar dado de alta en el RETA te obliga a cotizar mensualmente a la Seguridad Social.
Con la reforma de 2023 y el nuevo sistema de cotización por ingresos reales, los autónomos pueden ajustar su cuota en función de lo que ganen. Esto supone una ventaja para los autónomos sin ingresos o con ingresos bajos, ya que permite pagar una cuota más reducida si tus ingresos son mínimos o inexistentes.
Sin embargo, incluso bajo este nuevo sistema, la cuota no desaparece y debes cumplir con esta obligación mientras permanezcas dado de alta como autónomo.
Por otro lado, dejar de pagar la cuota de autónomos sin haber solicitado previamente la baja en el RETA no es una opción viable. Si decides no pagarla, podrías enfrentarte a recargos e intereses de demora, lo que aumentaría aún más tu deuda con la Seguridad Social.
Si prevés que no tendrás ingresos por un período prolongado, otra opción es darte de baja como autónomo temporalmente. En este caso, dejarías de pagar la cuota, aunque también perderías los derechos asociados a estar dado de alta, como la cotización a efectos de jubilación o el acceso a prestaciones por cese de actividad.
¿Puedo facturar sin darme de alta como autónomo?
Una de las preguntas más comunes entre quienes comienzan a trabajar por cuenta propia es si es posible facturar sin estar dado de alta como autónomo. La respuesta general es que no.
Sin embargo, existe una excepción a esta norma cuando tu actividad es esporádica y los ingresos que generas no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) anual, que en 2024 es de 15.120 euros. En estos casos específicos, podrías facturar sin darte de alta en el RETA, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
La clave para poder facturar sin darte de alta como autónomo reside en el carácter esporádico de la actividad. Esto significa que los trabajos que realices deben ser ocasionales, no habituales ni recurrentes.
Si se trata de una actividad puntual, por ejemplo, un proyecto único o colaboraciones esporádicas, podrías evitar el alta en el RETA. Sin embargo, si realizas trabajos de forma frecuente o regular, aunque los ingresos sean bajos, estarás obligado a darte de alta como autónomo.
Es importante destacar que la Seguridad Social y Hacienda suelen interpretar el carácter habitual de manera estricta. Por lo tanto, si facturas de forma regular, aunque sea por pequeñas cantidades, podrías tener problemas si no estás dado de alta.
Nuestra recomendación es que te des de alta en RETA y disfrutes así de los beneficios de este régimen.
El otro requisito esencial es que los ingresos anuales por esta actividad esporádica no deben superar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en 2024 es de 1.080 euros al mes, por 14 pagas, es decir, 15.120 euros al año. Si tus rendimientos brutos anuales son inferiores a esta cifra, podrías estar exento de darte de alta en el RETA.
Es importante tener en cuenta que, aunque no estés obligado a darte de alta como autónomo si cumples estos dos requisitos (actividad esporádica e ingresos por debajo del SMI), tienes que cumplir con las obligaciones fiscales, como declarar esos ingresos en tu declaración de la renta y aplicar el IVA correspondiente en las facturas que emitas.
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¿Tengo que hacer la declaración de la renta si soy un autónomo sin ingresos?
Si eres autónomo y no has generado ingresos durante el año, es natural preguntarse si tienes que presentar la declaración de la renta.
La respuesta, en la mayoría de los casos, es que sí, estás obligado a realizarla, incluso si no has facturado nada.
Esto se debe a que, al estar dado de alta como autónomo, te encuentras dentro de un régimen fiscal que exige el cumplimiento de ciertas obligaciones, independientemente de si has tenido ingresos o no.
No hacerlo podría acarrear problemas con Hacienda, ya que el hecho de no presentar la declaración, aunque no hayas generado ingresos, podría considerarse una infracción. Además, es posible que Hacienda te reclame información o, en casos extremos, imponga sanciones por omisión.
Autónomos sin ingresos: gastos deducibles
Aunque te encuentres en una situación de autónomo sin ingresos, es importante saber que, a pesar de no facturar, puedes seguir teniendo ciertos gastos deducibles relacionados con tu actividad.
Estos gastos te permitirán reducir tu base imponible y, en algunos casos, acumular pérdidas que podrás compensar en futuras declaraciones cuando tu actividad vuelva a generar ingresos.
Veamos qué tipos de gastos puedes deducir y cómo gestionarlos correctamente, incluso cuando no estás generando ingresos:
- Cuota de autónomos: aunque no estés generando ingresos, este pago es obligatorio mientras estés dado de alta en el RETA, como hemos visto. La buena noticia es que la cuota de autónomos es un gasto deducible que puedes incluir en tu declaración de la renta como gasto relacionado con tu actividad económica.
- Gastos relacionados con tu actividad: como autónomo, puedes deducir los gastos que estén directamente relacionados con el desarrollo de tu actividad, siempre y cuando estén justificados y debidamente documentados con facturas.
- Alquiler de un local o despacho
- Suministros: los gastos de luz, agua, teléfono o internet asociados a tu negocio son deducibles, siempre que se puedan atribuir a tu actividad profesional.
- Material de oficina y equipo: si has comprado herramientas, equipos informáticos, mobiliario o cualquier otro material necesario para el desarrollo de tu actividad, estos gastos también pueden deducirse.
Es fundamental que conserves las facturas de todos estos gastos, ya que Hacienda puede solicitarlas para verificar la deducción.
- Gastos de transporte y viajes: Si tu actividad requiere desplazamientos, puedes deducir los gastos de transporte relacionados con tu negocio como billetes de tren, autobús, avión o incluso los gastos de kilometraje si usas tu vehículo personal para tu trabajo.
También son deducibles los gastos en dietas y alojamiento en caso de viajes profesionales. Sin embargo, es importante que estos gastos estén bien justificados y claramente relacionados con tu actividad económica.
- Gastos de formación: invertir en formación relacionada con tu actividad es otro gasto deducible. Si has realizado cursos, seminarios o talleres que mejoren tus habilidades profesionales, estos gastos pueden deducirse en la declaración de la renta, siempre que estén debidamente acreditados y relacionados con tu actividad.
- Amortizaciones: si has realizado inversiones en activos como maquinaria, ordenadores o vehículos para tu actividad, aunque no hayas generado ingresos, puedes deducir la amortización de estos bienes. La amortización es el valor que va perdiendo un bien a lo largo del tiempo y puedes aplicarlo como gasto deducible en tu declaración fiscal.
- Otras deducciones fiscales: dependiendo de tu situación y del tipo de actividad que desarrolles, podrías tener derecho a otras deducciones fiscales, como por ejemplo, los seguros de responsabilidad civil, las comisiones bancarias de cuentas profesionales o los gastos en publicidad y marketing.
Aunque no estés facturando, estos gastos pueden formar parte de tus deducciones y contribuir a reducir tu carga fiscal futura.
Aunque no hayas tenido ingresos en un ejercicio fiscal, es importante que presentes la declaración de la renta para poder aplicar estas deducciones y compensarlas en los años futuros, cuando tu actividad vuelva a generar ingresos. Esto te permitirá optimizar tu fiscalidad y reducir tu carga impositiva en los siguientes años.
¿Eres autónomo y te preocupa cómo gestionar tus facturas y gastos, incluso cuando no generas ingresos? En Billin te ofrecemos una solución sencilla y eficiente para gestionar tu facturación, organizar tus finanzas y cumplir con tus obligaciones fiscales.
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