¿Qué temen los emprendedores?

Con Billin puedes perder el miedo a enfrentarte a las facturas de tu trabajo, gracias a la utilidad de la plataforma y lo intuitiva que es. Solventado este problema, todavía quedan muchos miedos presentes entre los emprendedores, con los que deben lidiar cada día. Te hablamos de algunos de ellos y te ofrecemos unos consejos con los que combatir estos temores.

Miedo al fracaso

Uno de los miedos más generales que afecta a todo emprendedor es el miedo al fracaso. Al estar frente a un proyecto empresarial o idea de negocio propia, no se tiene la seguridad suficiente de que vaya a ser el éxito comercial que nos gustaría.

El fracaso siempre es un factor que hay que tener en cuenta. Para afrontarlo adecuadamente, debemos utilizar todas nuestras herramientas de gestión y planificación a mano, para prevenir cualquier problema que surja, lo que permitirá como mínimo mantener la empresa a flote.

Además, el miedo al fracaso es también un tema conceptual. Para muchos filósofos el fracaso no es algo negativo, siempre que se aprenda de la experiencia y permita afrontar con más probabilidades de éxito un nuevo proyecto.

Miedo financiero

Muchas startups dependen de inversiones externas para diferentes momentos de su vida útil, ya sea en el periodo inicial, en una potencial expansión o como recurso para hacer frente a una gran competencia.

En todos estos casos lo difícil consiste en obtener la inversión necesaria, es decir, la capacidad financiera de afrontar el reto.

Pero aquí debemos reconocer que nuestras generaciones parten con ventaja. Por un lado el factor emprendedor está tan extendido que hay importantes eventos de reunión entre emprendedores, empresarios e inversores, tanto a nivel nacional como local o internacional.

En estos entornos se fomentan las relaciones principalmente en busca de inversión inicial, con rondas de financiación, enfocadas a ayudar a los emprendedores con sus proyectos.

Igualmente Internet ofrece plataformas de financiación colaborativa, que han logrado que muchos proyectos obtengan el importe necesario, para posteriormente convertirse en startups de éxito.

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Miedo profesional

Los emprendedores son apasionados de su sector profesional, esto conlleva algunos temores a la hora de afrontar cualquier tipo de proyecto. El primero de ellos relacionado directamente con el miedo al fracaso.

Si se inicia un proyecto emprendedor y finalmente debe abandonarse, el profesional se pregunta si no perderá su oportunidad en la carrera profesional. En realidad el inicio de cualquier negocio implica una experiencia inigualable a la hora de buscar empleo. Más que el resultado, aprovecha el conocimiento obtenido y cualquier valor positivo de este proyecto fallido, para mejorar como profesional.

Del mismo modo, muchos emprendedores creen que volcarse en un proyecto concreto puede hacerles perder competitividad. Para ello la formación constante es un elemento de gran ayuda, que hoy en día con los recursos que ofrece la formación online, no debería suponer ningún problema.

Miedo a perder libertad

Es una percepción generalizada creer que ser empresario o emprendedor implica volcarse en tu trabajo al 100%, sin descanso ni vacaciones, las 24 horas pensando en que todo marche bien.

Aquí depende mucho el factor de la planificación, para que la productividad sea la apropiada y no suponga ningún problema. Si eres un emprendedor capaz de organizarse bien, este miedo debería ser infundado. Si no es así, deberías apoyarte en plataformas de gestión en los diferentes ámbitos de tu trabajo, para que sea más fácil desarrollarlo y tengas tiempo para todo.

Miedo a apresurarte

Es muy frecuente relacionar a un emprendedor o equipo de emprendedores con su capacidad de análisis. Gracias a los recursos tecnológicos existentes, el análisis de mercado y de otras empresas es relativamente sencillo de realizar, lo que ofrece pautas muy claras con las que afrontar un proyecto emprendedor.

Este análisis constante y exhaustivo trae una consecuencia negativa, que es la obsesión analítica. Muchos emprendedores no saben cuándo detener el análisis o qué factores dejar al azar a la hora de iniciar una idea empresarial.

Hay que lanzarse al desarrollo de este proyecto emprendedor, teniendo en cuenta que el análisis sectorial debe estar siempre presente. Que se inicie un negocio no implica que no se deba seguir analizando la competencia, los productos, los servicios y a los clientes en general.

Miedo por desconocimiento

Uno de los problemas más comunes entre emprendedores jóvenes se centra en el desconocimiento del sector. En muchos casos se siente pasión por un sector comercial, se tiene una idea de negocio apropiada, pero no se tiene constancia en absoluto de cómo funciona la vida profesional.

En estos casos la experiencia es el mejor consejo. Dedicar unos años a iniciar la carrera profesional en otras empresas o círculos profesionales, permite adoptar suficiente experiencia profesional, como para que este temor desaparezca en el futuro y, mientras tanto, podemos seguir mejorando o incluso poniendo en marcha nuestro proyecto propio.