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¿Qué es balance consolidado?

El balance consolidado es un documento esencial para entender la salud financiera de un grupo empresarial compuesto por una empresa matriz y sus filiales.

¿Qué significa un balance consolidado?

El Balance consolidado es, esencialmente, un estado financiero que refleja la posición económica y financiera de un grupo de empresas.

Este instrumento contable agrupa los activos, pasivos y patrimonio neto de una empresa matriz y de todas sus filiales, presentándolos como si se tratase de una única entidad económica. Su propósito es proporcionar una visión transparente y realista de la situación del grupo en su conjunto, eliminando las transacciones internas entre las empresas que lo conforman, para evitar distorsiones en la información.

Importancia del balance consolidado

Al consolidar los balances de varias empresas, se obtiene información global que es crucial para inversores, acreedores y otros grupos de interés que necesitan evaluar el desempeño y los riesgos de toda la agrupación corporativa.

El Balance consolidado es una herramienta indispensable para tomar decisiones informadas respecto a la inversión y financiación, ya sea para expandir operaciones, fusionar entidades o aplicar estrategias de negocio adecuadas.

Elementos de un balance consolidado

Como en cualquier balance individual, un balance consolidado se compone de tres partes principales:

  1. Activos: Representan los recursos controlados por el grupo empresarial que se espera que produzcan beneficios económicos futuros.
  2. Pasivos: Son las deudas y obligaciones del grupo. Incluyen todo lo que el grupo debe pagar a terceros.
  3. Patrimonio neto: Es la parte del valor de la empresa que pertenece a los accionistas o propietarios, una vez deducidos los pasivos de los activos.

Cada una de estas secciones se detalla en cuentas específicas que varían según la naturaleza y operaciones del grupo empresarial, pero siempre siguiendo una estructura clara y regulada por normativas contables internacionales o locales.

Proceso de consolidación

Para elaborar un balance consolidado, realizamos una serie de pasos que requieren de un minucioso trabajo contable:

  1. Combinación de cuentas: Sumamos los balances individuales de la matriz y sus filiales.
  2. Eliminación de saldos: Anulamos las cuentas por cobrar y por pagar entre las entidades del grupo, así como cualquier ingreso o gasto registrado por transacciones internas.
  3. Uniformidad de criterios: Armonizamos las políticas y criterios contables empleados por las distintas empresas para garantizar la coherencia y comparabilidad de la información financiera.
  4. Minoritarios: Reconocemos y presentamos en el patrimonio neto la parte que corresponde a los accionistas no dominantes o minoritarios.

Estos ajustes son esenciales para evitar la doble contabilización y presentar una imagen fiel de la situación patrimonial y financiera del grupo empresarial.

Ejemplos prácticos de balance consolidado

Ejemplo 1:

Imaginemos que la empresa matriz «A» posee dos filiales, «B» y «C». «A» ha vendido bienes a «B», generando una cuenta por cobrar en «A» y por pagar en «B». Al elaborar el balance consolidado, eliminamos estas cuentas para que no se inflen artificialmente los activos y pasivos del grupo.

Ejemplo 2:

Supongamos además que «C» ha tomado un préstamo de «B». En el balance consolidado, no aparecerá ni la deuda de «C» ni el activo correspondiente de «B», puesto que para el grupo en su conjunto, esta operación no altera su posición financiera global.

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