¿Qué es bancarrota?
La bancarrota es una situación legal reconocida en la que una persona física o jurídica se declara incapaz de pagar a sus acreedores.
Este proceso está regulado por la ley y ofrece un método para que los deudores puedan resolver sus deudas bajo la protección del sistema judicial.
¿Qué significa estar en bancarrota?
La bancarrota es una figura jurídica que se da cuando un individuo o empresa se encuentra en una situación financiera insostenible, con deudas que superan la capacidad de pago y sin posibilidades de atender las obligaciones de crédito asumidas.
En esta situación, mediante un procedimiento legal, se reconoce la insolvencia de la entidad y se establecen mecanismos para la liquidación de sus bienes y, si es posible, pagar a los acreedores de forma parcial o total, dependiendo de las circunstancias específicas del caso.
Proceso de bancarrota
El procedimiento de declararse en bancarrota es complejo y variará según la legislación de cada país. Generalmente comienza con la presentación de una solicitud por parte del deudor, tras lo cual un tribunal determina si es apropiado o no declarar la bancarrota.
A continuación, un administrador concursal o síndico se encarga de evaluar el patrimonio del deudor y administrar la distribución de los activos a los acreedores.
Tipos de bancarrota
Existen diversos tipos de procedimientos de bancarrota, adaptados a las diferentes situaciones y necesidades de los deudores.
Algunos tienen como objetivo la reorganización de las finanzas y la estructura operativa de la empresa deudora, mientras que otros buscan la liquidación de activos para pagar a los acreedores.
Consecuencias de la bancarrota
Declararse en bancarrota puede tener numerosas consecuencias tanto para personas físicas como para empresas.
Los efectos legales, financieros y reputacionales son importantes y pueden incluir la pérdida de propiedad, restricciones a la capacidad de obtener créditos en el futuro y un impacto negativo general en la evaluación de la solvencia.
Ejemplos prácticos de bancarrota
Ejemplo 1: Una cadena de tiendas de ropa que ha estado operando durante más de una década de repente se enfrenta a una fuerte competencia en línea. Sus ingresos disminuyen rápidamente, mientras que sus gastos fijos, como alquileres de tiendas y salarios, se mantienen. La situación se vuelve insostenible y la dirección decide solicitar la declaración de bancarrota para reestructurar la empresa, cerrar tiendas no rentables y reducir su deuda.
Ejemplo 2: Un emprendedor ha invertido todos sus ahorros en un negocio que no ha conseguido despegar. A pesar de sus mejores esfuerzos, no puede hacer frente a los préstamos que adquirió para financiar su proyecto. Ante la imposibilidad de pagar a sus acreedores, opta por declararse en bancarrota personal, lo que le permite liquidar algunos de sus activos para pagar la deuda y, con el tiempo, poder empezar de nuevo con una situación financiera más limpia.
Asesoramiento en bancarrota
Es crucial buscar asesoramiento especializado cuando se enfrenta la posibilidad de una bancarrota.
Abogados y asesores financieros entrenados en este campo pueden ofrecer opciones y estrategias para manejar la situación de la manera más efectiva posible, protegiendo los derechos del deudor y buscando el mejor resultado para todas las partes involucradas.
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