¿Qué es capital social?

El capital social consta de la suma de las aportaciones que los socios o accionistas han invertido en una empresa con el objetivo de iniciar o mantener su actividad económica.

Esta cifra es una manifestación del compromiso económico que los propietarios tienen con la sociedad y está detallada en el contrato de sociedad o en los estatutos de la empresa.

Características del capital social

El capital social cuenta con una serie de características particulares que definen su naturaleza y función dentro de la empresa:

• Es el recurso económico con el que cuenta la empresa para comenzar sus operaciones.
• Representa la garantía que los socios ofrecen a terceros frente a las posibles deudas que pueda contraer la empresa.
• Está dividido en participaciones o acciones, dependiendo de si hablamos de una sociedad limitada (SL) o una sociedad anónima (SA), respectivamente.
• Se encuentra registrado en el Registro Mercantil, lo que proporciona transparencia y seguridad a la información financiera de la empresa.

Tipos de aportaciones

Las aportaciones para constituir el capital social pueden ser de dos tipos:

• Aportaciones dinerarias: Son las que se realizan en forma de dinero. Estas son las más habituales y deben ingresarse en una entidad bancaria a nombre de la empresa.
• Aportaciones no dinerarias: Pueden consistir en bienes o derechos económicos, como inmuebles, vehículos, patentes o conocimiento técnico. Estas requieren de una valoración para determinar su equivalencia monetaria.

Capital social mínimo y desembolso

Dependiendo de la forma jurídica de la empresa, se exige un capital social mínimo para su constitución. Por ejemplo, una sociedad anónima en España requiere de un capital mínimo de 60.000 euros, de los cuales al menos el 25% debe estar desembolsado en el momento de la constitución. En el caso de una sociedad limitada, el mínimo es de 3.000 euros, que debe ser desembolsado íntegramente.

Modificación del capital social

El capital social puede modificarse a lo largo de la vida de la empresa.

Esto puede ocurrir por diversos motivos, como:

• Incorporación de nuevos socios que aportan capital adicional.
• Incremento de capital por parte de los socios actuales.
• Reducción de capital para compensar pérdidas o devolver aportaciones a los socios.

Estas modificaciones deben ser acordadas por los socios y registradas en el Registro Mercantil para que tengan efecto legal.

Importancia del capital social en la gestión empresarial

Desde un punto de vista empresarial, el capital social cumple varias funciones importantes:

• Protege a los acreedores, ya que representa un valor mínimo de referencia frente a las deudas.
• Contribuye a la solvencia y credibilidad de la empresa frente a terceros, como inversores o entidades financieras.
• Sirve como indicador de la capacidad financiera de la empresa para hacer frente a sus operaciones e inversiones.

Ejemplos prácticos de capital social

Vamos a ilustrar con dos ejemplos cómo funciona el capital social en la práctica:

Ejemplo 1: Constitución de una Sociedad Limitada

Tres emprendedores deciden crear una sociedad limitada dedicada al desarrollo de software. Cada uno aporta 1.000 euros, alcanzando así el mínimo legal de 3.000 euros de capital social para constituir la sociedad. Estas aportaciones quedan reflejadas en la escritura de constitución y son registradas en el Registro Mercantil.

Ejemplo 2: Ampliación de capital en una Sociedad Anónima

Una empresa del sector tecnológico que cotiza en bolsa decide emitir nuevas acciones para financiar su expansión internacional. Para ello, realiza una ampliación de capital, invitando a sus accionistas y al público en general a suscribir las nuevas acciones. Supongamos que la empresa incrementa su capital social en 500.000 euros mediante esta operación. El nuevo capital se registra y se informa a los accionistas y al mercado en general.