¿Qué es CDO?
Un CDO, o Collateralized Debt Obligation, es un tipo de producto financiero estructurado. En el entorno fiscal, empresarial y contable, los CDOs son complejas herramientas de inversión que permiten a los inversores adquirir exposición a una cartera de activos de deuda, generalmente créditos o bonos.
Estos vehículos de inversión están diseñados para redistribuir el riesgo de crédito asociado con los activos subyacentes. Básicamente, lo que se hace es juntar una serie de activos de deuda y repartirlos en diferentes tramos o niveles de riesgo. De esta forma, se crean nuevas oportunidades para los inversores con diferentes perfiles de riesgo y necesidades de rentabilidad.
Estructura y funcionamiento del CDO
La estructura del CDO agrupa varios activos de deuda, que pueden incluir hipotecas, préstamos corporativos o deuda de tarjetas de crédito.
Estas obligaciones se dividen en tramos o capas, cada una con un nivel de riesgo particular.
- Tramo Senior: Es la capa superior del CDO, y se caracteriza por tener el menor riesgo y las menores tasas de interés. Esta prioridad le garantiza ser la primera en cobrar los pagos de intereses y reembolso del principal.
- Tramo Mezzanine: Ofrece un equilibrio entre riesgo y rendimiento. Los inversores en este tramo reciben pagos después del tramo senior y antes del tramo junior o equity.
- Tramo Junior o Equity: Es el más arriesgado y último en la prioridad de pagos. Sin embargo, si el rendimiento de la cartera de activos subyacentes es alto, puede proporcionar una mayor rentabilidad.
Dicha estructura permite así una asignación de pago y de riesgo diferenciado, lo que puede atraer a un mayor abanico de inversores.
Riesgos y consideraciones de los CDOs
Como cualquier instrumento financiero, los CDOs conllevan ciertos riesgos. El mayor riesgo es el crédito, es decir, la posibilidad de que los prestatarios incumplan con los pagos de los activos subyacentes. Este riesgo es mayor en los tramos inferiores. Además, los CDOs son complejos y pueden ser opacos en cuanto a sus carteras subyacentes, lo que dificulta la tarea de evaluar el riesgo real que se está asumiendo.
La liquidez también es un factor de riesgo importante a considerar. Los CDOs pueden ser difíciles de vender, especialmente durante los periodos de crisis financieras, ya que su valor depende del rendimiento de activos que pueden estar devaluados o sujetos a insolvencia.
Ejemplos prácticos de CDOs
Ejemplo 1
Imaginemos una entidad financiera que tiene en su posesión una gran cantidad de préstamos hipotecarios. Para obtener liquidez y distribuir el riesgo, esta entidad podría optar por crear un CDO. Agrupará esos préstamos y los dividirá en tramos. Los inversores que buscan seguridad y estabilidad podrían optar por invertir en el tramo senior, mientras que aquellos que están dispuestos a asumir más riesgo para conseguir una rentabilidad potencialmente mayor, podrían decantarse por el tramo junior.
Ejemplo 2
Supongamos que un fondo de inversión quiere acceder a una serie de bonos corporativos con diferentes calificaciones crediticias. Al emplear un CDO, el fondo podría mitigar el riesgo invirtiendo en diferentes tramos, asignando una porción del capital al tramo senior para proteger la parte principal de la inversión y poniendo una parte menor en los tramos mezzanine y junior en busca de mayores rendimientos.
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