¿Qué es cierre fiscal?

El cierre fiscal es el proceso mediante el cual una empresa o profesional autónomo realiza el cálculo y la declaración de sus ingresos, gastos y beneficios correspondientes al ejercicio fiscal de un año.

Este procedimiento es crucial, ya que permite determinar la cantidad de impuestos que se deben pagar a la administración tributaria.

El cierre fiscal no solo cumple con una obligación legal, sino que también ofrece una fotografía fidedigna de la salud económica de la empresa al finalizar el periodo contable.

¿Cuándo se realiza?

El cierre fiscal se lleva a cabo una vez al año, típicamente al finalizar el ejercicio fiscal el cual, en España, suele coincidir con el año natural, terminando el 31 de diciembre. Sin embargo, algunas empresas pueden tener un ejercicio fiscal distinto, adaptándose a sus necesidades empresariales o a la naturaleza de su actividad, por lo que el periodo contable podría cerrarse en una fecha diferente.

Proceso del cierre fiscal

Durante el proceso del cierre fiscal seguimos una serie de pasos para asegurarnos de que toda la información contable está correcta y actualizada. Este proceso implica una serie de tareas detalladas a continuación:

• Revisión de los balances de comprobación y mayores contables.
• Ajustes necesarios por amortizaciones, provisiones y periodificaciones.
• Verificación de las cuentas de ingresos y gastos.
• Verificación de las operaciones con terceros y las retenciones practicadas.
• Cálculo del resultado del ejercicio (beneficio o pérdida).
• Preparación y presentación de las cuentas anuales y las declaraciones tributarias.

Elementos clave del cierre fiscal

Balances de comprobación y mayores contables

Comenzamos por revisar los balances de revisión y los mayores contables para asegurarnos de que las cifras reportadas son correctas. Esto implica cotejar cada cuenta y verificar que no existan discrepancias que puedan afectar al resultado final del ejercicio.

Ajustes por amortizaciones y provisiones

Continuamos con la realización de ajustes por conceptos de amortización de activos fijos y por provisiones que se deben considerar para cumplir con la normativa contable, garantizando así una imagen fiel del patrimonio de la empresa.

Operaciones con terceros

Es importante verificar todas las operaciones con terceros, así como las retenciones aplicadas para asegurarse de que estas se encuentran bien reflejadas y declaradas correctamente. Esto incluye, entre otros, los pagos a proveedores y las facturas de clientes.

Cálculo del resultado del ejercicio

Una vez recopilada y ajustada toda la información, procedemos a calcular el resultado del ejercicio, lo que nos indica si hemos obtenido beneficios o pérdidas durante el periodo fiscal.

Declaraciones tributarias relacionadas

Con el cierre fiscal, se deben preparar diferentes declaraciones tributarias.

Estas incluyen, pero no se limitan, a:

• Impuesto sobre Sociedades o IRPF para autónomos.
• Declaración de IVA.
• Declaraciones informativas diversas.

Importancia del cierre fiscal para las empresas

El cierre fiscal no es solo una obligación legal. Este proceso es vital para conocer el verdadero rendimiento económico de la empresa y para planificar estrategias fiscales y contables para el futuro, como posibles inversiones o ajustes financieros.

Ejemplos prácticos de cierre fiscal

Ejemplo 1: Cálculo del impuesto sobre sociedades

Imaginemos que somos una sociedad limitada que, tras realizar el cierre del ejercicio fiscal, hemos obtenido un beneficio antes de impuestos de 100.000 euros. Tras aplicar el tipo impositivo correspondiente, debemos declarar y abonar el Impuesto sobre Sociedades correctamente calculado.

Ejemplo 2: Operaciones con terceros

Supongamos que a lo largo del ejercicio hemos trabajado con una gran cantidad de proveedores y clientes. Al realizar el cierre fiscal, nos aseguramos de que todas las facturas emitidas y recibidas estén correctamente registradas y de que las retenciones y pagos a cuenta se han declarado de acuerdo a lo que marca la ley.