glosario contable>Contrato de factoring

¿Qué es contrato de factoring?

Un contrato de factoring es un acuerdo comercial y financiero a través del cual una empresa, llamada cliente, vende sus facturas pendientes de cobro a una entidad especializada, conocida como factor o empresa de factoring.

Esta entidad anticipa el importe de las facturas a la empresa cliente, menos una comisión por el servicio prestado, permitiendo así que la empresa obtenga liquidez de manera inmediata sin esperar los plazos de pago estipulados por sus clientes.

Funcionamiento del factoring

El proceso se inicia cuando la empresa cliente remite las facturas a la entidad de factoring. A continuación, el factor verifica la solvencia de los deudores y determina un límite de crédito para la operación. Una vez aprobadas las facturas, el factor adelanta el importe de las mismas al cliente, descontando su comisión y cualquier otro gasto acordado. Posteriormente, el factor se encarga de la gestión de cobro de las facturas a los clientes deudores en los
plazos pactados.

Tipos de factoring

Existen diversos tipos de factoring, cada uno adaptado a las necesidades de las empresas:

  • Factoring sin recurso: El factor asume el riesgo de impago por parte de los deudores, no pudiendo reclamar el importe al cliente si el deudor no paga.
  • Factoring con recurso: La empresa cliente conserva el riesgo de impago, debiendo reembolsar el importe financiado si el deudor no cumple con su pago.
  • Factoring de gestión completa: Incluye la gestión de cobros y la llevanza de la contabilidad de clientes.
  • Factoring de proveedores: Se orienta a financiar a los proveedores de una empresa cliente en base a la solvencia de esta última.

Ventajas del factoring

Esta herramienta financiera ofrece múltiples ventajas para la empresa cliente:

  • Obtención inmediata de liquidez.
  • Reducción de tiempos y costes en la gestión de cobros.
  • Disminución del riesgo de impagos (en el factoring sin recurso).
  • Mejora de los ratios de endeudamiento al tratarse de una financiación no bancaria.
  • Simplificación de las proyecciones financieras al contar con flujos de caja más predecibles.

Ejemplos prácticos de factoring

Imaginemos una empresa de manufactura que ha entregado productos a sus clientes y emitido las correspondientes facturas con un plazo de pago a 90 días. Necesita capital para comprar materia prima para nuevos pedidos, por lo que decide utilizar el factoring.

El factor adelanta el 85% del importe de las facturas a la empresa manufacturera, después de deducir su comisión. La empresa obtiene así liquidez inmediata y el factor se encargará del cobro de las facturas.

Otro caso podría ser el de una startup de tecnología que tras una importante venta tiene que esperar 120 días para el cobro de las facturas emitidas. Al optar por el factoring sin recurso, la startup recibe el dinero rápidamente, sin asumir el riesgo de impago por parte de sus clientes. Así, puede seguir invirtiendo en desarrollo y expansión sin verse limitada por la falta de liquidez.

No te pierdas nada

Subscríbete a la Newsletter de Billin

A principios de cada mes enviamos un email
con todas las novedades.