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¿Qué es contrato de formación?

Un contrato de formación es un acuerdo laboral específico que tiene como principal objetivo la cualificación profesional de los trabajadores mientras se desempeñan en un puesto de trabajo.

Este tipo de contrato busca equilibrar la práctica laboral con la teórica formativa, ofreciendo al trabajador conocimientos y habilidades que mejoran su empleabilidad y competencias profesionales.

Abordaremos a continuación una serie de aspectos clave que nos ayudarán a comprender de manera didáctica la esencia y la estructura de los contratos de formación.

¿Qué es un contrato de formación?

Consideramos un contrato de formación como aquel que se firma entre una empresa y un trabajador, con el fin de que este último lleve a cabo una actividad laboral remunerada en una empresa, recibiendo al mismo tiempo una formación relacionada con su puesto de trabajo.

Normalmente, estos contratos están dirigidos a jóvenes sin una cualificación profesional reconocida, con el fin de que adquieran la preparación práctica y teórica necesaria para ejercer un oficio o profesión.

Características del contrato de formación

Las características que definen un contrato de formación son diversas y se enfocan en fomentar la integración de los profesionales noveles al mercado de trabajo.

Entre ellas destacamos:

  • La duración del contrato puede variar, pero está limitada a un máximo de tres años.
  • El trabajador recibe formación oficial, alternando el aprendizaje en el puesto de trabajo con la formación teórica en el centro formativo.
  • Estos contratos están enfocados preferentemente a jóvenes entre los 16 y 25 años.
  • Se reconoce un salario al trabajador, que nunca puede ser inferior al salario mínimo interprofesional proporcional al tiempo trabajado.
  • Las empresas obtienen incentivos y bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social al contratar bajo esta modalidad.

Requisitos legales para los contratos de formación

Para que un contrato de formación sea válido, debe cumplir con una serie de requisitos legales, tales como:

  • El trabajador debe tener entre 16 y 25 años, aunque esta edad puede extenderse en casos de personas con discapacidad o colectivos en riesgos de exclusión social.
  • No poseer la cualificación profesional reconocida para el puesto de trabajo que va a desempeñar.
  • La formación recibida debe estar ajustada a certificados de profesionalidad o a titulaciones de formación profesional.
  • El contrato debe formalizarse por escrito y especificar claramente el plan formativo, así como la jornada laboral, que estará parcialmente destinada a la formación.

Ventajas del contrato de formación

El contrato de formación y aprendizaje presenta ventajas tanto para el trabajador como para la empresa.

Los trabajadores se benefician de:

  • Adquirir experiencia laboral mientras se forman.
  • Recibir una remuneración mientras se especializan en su área de trabajo.
  • Obtener una cualificación profesional oficial.
  • Tener un contrato que cuenta con una protección social completa, incluyendo el desempleo.

Por su parte, las empresas encuentran beneficios como:

  • Formar al trabajador según las necesidades específicas de su puesto de trabajo.
  • Contar con trabajadores motivados y en constante aprendizaje.
  • Disfrutar de bonificaciones y reducciones en las cuotas de la Seguridad Social.
  • Potencialmente, convertir a los trabajadores formados en personal estable y de confianza para la empresa.

Ejemplos prácticos de contratos de formación

Ejemplo 1: Imaginemos una empresa de informática que necesita incorporar a un programador junior sin experiencia previa. La empresa puede ofrecerle a un joven de 22 años un contrato de formación de dos años, durante el cual el trabajador desempeñará tareas de programación bajo la supervisión de un tutor, mientras cursa estudios oficiales en desarrollo de aplicaciones web. Durante este periodo, la empleadora se beneficia de una bonificación en las cuotas de la Seguridad Social y el trabajador obtiene experiencia y formación.

Ejemplo 2: Una pequeña empresa de marketing digital decide contratar a una joven de 24 años con conocimientos básicos de diseño gráfico. A través de un contrato de formación, ella podría trabajar en proyectos reales de la empresa mientras realiza un curso especializado en diseño gráfico y comunicación visual. Al finalizar el contrato, la trabajadora habrá adquirido no solo la experiencia práctica sino también una titulación que avala sus competencias.

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