¿Qué es cédula hipotecaria?
Entendemos la importancia de que los conceptos fiscales, empresariales y contables sean accesibles para todos, independientemente de su nivel de conocimiento previo.
Por esta razón, nos tomamos el tiempo para explicar de manera didáctica qué es una cédula hipotecaria.
Esto es un título valor representativo de una deuda, que tiene como respaldo hipotecas constituidas sobre bienes inmuebles.
La cédula hipotecaria es emitida por entidades financieras y garantiza al tenedor de la misma el derecho a cobrar una cantidad determinada de dinero en concepto de préstamo, más los intereses pactados.
¿Qué es una cédula hipotecaria?
Para comprender mejor este término, debemos familiarizarnos con la naturaleza de la cédula hipotecaria.
Es un instrumento financiero que permite a las entidades de crédito titulizar, es decir, convertir en títulos valores fácilmente negociables, los créditos hipotecarios que tienen en su poder.
Al hacerlo, estas entidades obtienen liquidez y, al mismo tiempo, los inversores adquieren un activo con un nivel de riesgo calculado y una rentabilidad potencialmente atractiva.
Las cédulas hipotecarias son, por tanto, una alternativa de inversión para quienes buscan ingresos periódicos a través de intereses y un grado de seguridad proporcionado por la garantía hipotecaria que respalda estos títulos.
Características de las cédulas hipotecarias
Exploremos las propiedades que definen a las cédulas hipotecarias para entender mejor su papel en los mercados financieros y en la economía en general:
- Garantía Real: Están respaldadas por hipotecas sobre bienes inmuebles, lo que les confiere una garantía tangible en caso de impago.
- Liquidez: Al ser emitidas en forma de títulos valores, pueden ser vendidas o compradas en mercados secundarios, ofreciendo liquidez a los inversores.
- Rentabilidad: Producen intereses durante su vigencia, lo que las convierte en una opción de inversión con retorno periódico.
- Diversificación de Riesgo: El riesgo asociado a la inversión se mitiga mediante la distribución del capital en una cartera de hipotecas, evitando la dependencia de un único préstamo.
- Regulación: Su emisión y comercialización están sujetas a normativas específicas que buscan proteger tanto a los emisores como a los inversores.
Tipos de cédulas hipotecarias
Nos encontramos con diferentes tipos de cédulas hipotecarias en el mercado, cada una con sus propias características.
Las más comunes son:
- Cédulas Hipotecarias Ordinarias: Son emitidas respaldadas por créditos hipotecarios ya concedidos, es decir, se basan en hipotecas existentes.
- Cédulas Hipotecarias Preferentes: Gozan de un estatus prioritario en caso de procedimientos de cobro, situándose por delante de las ordinarias.
- Cédulas de Internacionalización: Su propósito es financiar actividades de empresas en el exterior, estando respaldadas por hipotecas pero con un enfoque más global.
- Cédulas Territoriales: Se aseguran mediante hipotecas sobre propiedades ubicadas en una región geográfica concreta.
Ejemplos prácticos de cédulas hipotecarias
Ejemplo 1:
Imaginemos una entidad bancaria que tiene en su balance una cartera diversificada de créditos hipotecarios. Esta entidad decide emitir cédulas hipotecarias por un valor de 10 millones de euros. Los inversores que compren estas cédulas recibirán, a cambio, un interés anual durante el periodo de vigencia de la cédula, y el banco obtiene líquido para conceder nuevos préstamos o para otros propósitos empresariales. Al finalizar el plazo, el capital inicial es devuelto a los inversores.
Ejemplo 2:
Una compañía de inversión busca diversificar su portafolio y decide adquirir cédulas hipotecarias preferentes emitidas por un banco con buena reputación. Estas cédulas le garantizan un retorno fijo a través de los intereses y, en caso de insolvencia del emisor, tendrán prioridad en el cobro frente a los tenedores de cédulas ordinarias.
Riesgos y consideraciones
Si bien las cédulas hipotecarias ofrecen atractivos niveles de seguridad gracias a la garantía real, también es esencial considerar los riesgos involucrados:
- Riesgo de insolvencia: Aunque la hipoteca es una garantía, en caso de que el emisor caiga en insolvencia, puede producirse una demora o pérdida en el cobro esperado.
- Riesgo de mercado: El valor de las cédulas puede fluctuar en el mercado secundario debido a cambios en las tasas de interés o a la percepción general del mercado sobre el emisor.
- Riesgo de liquidez: A pesar de que son más líquidas que el préstamo hipotecario en sí, puede haber momentos en los que la compra-venta de estas cédulas no sea tan ágil.
Es crucial que los inversores evalúen estos y otros riesgos antes de decidir invertir en cédulas hipotecarias.
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