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¿Qué es gasto de inversión?

El gasto de inversión se refiere a los desembolsos realizados por una empresa o autónomo para adquirir activos que generarán beneficios a largo plazo.

Estos activos pueden ser tangibles, como maquinaria, equipos o bienes raíces; o intangibles, como patentes, marcas registradas o software.

Reglas para elaborar un gasto de inversión

  1. Identificar los activos de inversión: Antes de considerar un gasto como inversión, es importante identificar si el activo adquirido generará beneficios a largo plazo. Los activos de inversión suelen tener una vida útil prolongada y contribuir a la generación de ingresos para la empresa.
  2. Diferenciar entre gastos corrientes y gastos de inversión: Es considerable distinguir entre los gastos corrientes, que son necesarios para el funcionamiento diario de la empresa, y los gastos de inversión, que tienen un impacto a largo plazo en el crecimiento y desarrollo del negocio. Los gastos corrientes suelen ser recurrentes y no generan beneficios a largo plazo.
  3. Registro contable: Los gastos de inversión deben ser registrados adecuadamente en la contabilidad de la empresa. Generalmente, se registran como activos en el balance de la empresa y se amortizan a lo largo de su vida útil. La amortización es el proceso de distribuir el costo de un activo a lo largo del tiempo para reflejar su desgaste y obsolescencia.
  4. Evaluación de la rentabilidad: Antes de realizar un gasto de inversión, es importante evaluar la rentabilidad esperada. Esto implica analizar los costos y beneficios asociados al activo adquirido, considerando factores como el aumento de la productividad, la reducción de costos operativos o el incremento de los ingresos.

Ejemplos de gasto de inversión

Ejemplo práctico 1:
Imaginemos que tienes una tienda de ropa y decides invertir en la compra de una máquina de coser de última generación. Esta máquina te permitirá aumentar tu capacidad de producción y mejorar la calidad de tus productos.

El costo de esta máquina sería considerado un gasto de inversión, ya que contribuirá a generar beneficios a largo plazo para tu negocio.

Ejemplo práctico 2:
Ahora supongamos que eres un autónomo que ofrece servicios de diseño gráfico. Para mejorar tu productividad, decides adquirir una licencia de software especializado en diseño.

El costo de esta licencia también sería considerado un gasto de inversión, porque te permitirá ofrecer mejores servicios y aumentar tus ingresos a largo plazo.

Ejemplo práctico 3:
Supongamos que tienes una empresa de logística y estás considerando invertir en la compra de nuevos camiones. Antes de tomar la decisión, debes evaluar la rentabilidad de esta inversión.

Debes considerar factores como la capacidad de carga de los camiones, su eficiencia energética, los costos de mantenimiento y el impacto en la productividad de tu empresa.

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