¿Qué es índice de precios (ipc)?

El índice de precios es la variable que analiza la evolución de los precios de los bienes y servicios en un periodo determinado.

El índice de precios al consumo es aquel coeficiente que mide la variación de los precios en periodos mensuales.

A través del IPC medimos el coste de la vida según va pasando el tiempo, nos facilita el valor de la cesta de consumo o familiar.

Este índice se usa para ajustar muchos patrones, como, por ejemplo, el seguro social, el coste de las nóminas y pensiones, etc. Como vemos este incremento de los precios afectará a la renta de los individuos, también se conoce con el nombre de “inflación”.

Por tanto, la inflación será la variable que se recoja en el índice de precios al consumo, ya que, afectará a muchos productos de distintos sectores.

Quizás pueda interesarte cómo afectará el IPC a los autónomos.

Características del índice de precios

• Es un índice fiable y característico, ya que, seleccionará un patrón incluyendo los principales productos consumidos principalmente
• Es un índice comparativo y similar al que usan el resto de países, de manera que podamos hacer comparaciones en distintos periodos de tiempo

Este índice de precios se determina a través de la “Encuesta continua a Presupuestos Familiares”, y le corresponde al Instituto Nacional de Estadística su elaboración.

Realizan encuestas que se aproximen a los hábitos de consumo reales de las familias, de manera que podamos estudiar la evolución de los precios.

¿Cuál es la interpretación del índice de precios al consumo?

A la hora de calcular el IPC podemos obtener dos tipos de resultados:

1. Índice de Precios al Consumo negativo, indicaría una bajada en los precios.
2. Índice de Precios al Consumo positivo, indicaría una subida en los precios.

Dentro de la economía de un país lo más temible es la estanflación, es decir, cuando surge la combinación entre la deflación y caída de precios.

Conseguir el crecimiento con inflación controlada es la situación recomendada por los expertos.

Por tanto, en cualquier familia si los precios no suben, los salarios de sus miembros tampoco lo harán, de manera que el IPC vaya ligado con el fin de no perder el poder adquisitivo.