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¿Qué es pleno empleo?

El pleno empleo hace referencia a una situación ideal en el mercado laboral donde prácticamente toda la población activa que desea trabajar se encuentra empleada.

Esto implica que la desocupación que existe es, fundamentalmente, de tipo friccional o estructural, es decir, desocupación ligada a cambios temporales o adaptaciones en el mercado laboral, más que a una insuficiencia de puestos de trabajo disponibles.

¿Qué entendemos por pleno empleo?

Cuando hablamos de pleno empleo, nos referimos a una circunstancia económica en la que existe un equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo.

Esto significa que todas las personas que quieren y pueden trabajar tienen la posibilidad de hacerlo, con la excepción de una tasa natural de desempleo que se debe a la movilidad laboral o a la búsqueda de nuevas oportunidades por parte de los trabajadores.

Es importante destacar que el pleno empleo no implica una tasa de desempleo del cero por ciento, ya que siempre habrá una cantidad mínima de desempleo debido a factores naturales del mercado.

En este sentido, el pleno empleo es más una meta aspiracional que una situación constante y perdurable en el tiempo.

Tipos de desempleo en el contexto de pleno empleo

Para comprender mejor el pleno empleo, también es útil distinguir entre los diferentes tipos de desempleo:

  • Desempleo friccional: Se produce cuando hay un desajuste temporal entre los puestos de trabajo disponibles y las habilidades o ubicación de los trabajadores. Este tipo de desempleo es inevitable y natural en cualquier economía dinámica.
  • Desempleo estructural: Ocurre cuando hay desajustes más profundos entre la oferta y la demanda de trabajo, a menudo debido a cambios tecnológicos o en la estructura económica que requiere reentrenamiento o reubicación de los trabajadores.
  • Desempleo cíclico: Este se asocia con las fluctuaciones del ciclo económico. En momentos de recesión, la demanda de bienes y servicios cae y, por ende, también la demanda de trabajo.

En situaciones de pleno empleo, el desempleo cíclico es prácticamente inexistente, mientras que los otros tipos son mínimos y gestionables.

Cómo se mide el pleno empleo

La medición del pleno empleo se lleva a cabo a través de diversos indicadores estadísticos, siendo el más relevante la tasa de desempleo.

Se considera que una economía ha alcanzado el pleno empleo cuando la tasa de desempleo se encuentra en lo que muchos economistas denominan la tasa natural de desempleo.

Esta tasa no es fija y puede variar dependiendo de múltiples factores económicos, demográficos y sociales.

Otro indicador importante es la participación en la fuerza laboral, que mide el porcentaje de la población que está trabajando o buscando trabajo activamente.

Una alta participación es indicativa de un mercado laboral saludable y dinámico.

Beneficios del pleno empleo

Alcanzar el pleno empleo trae consigo varias ventajas para la sociedad y la economía:

  • Crecimiento económico: Un alto nivel de empleo se traduce en una mayor producción de bienes y servicios y, por ende, en un crecimiento económico sostenido.
  • Mejora de la distribución de la renta: Cuando más personas están empleadas, hay una distribución más equitativa de la renta, lo que puede reducir los niveles de pobreza y desigualdad.
  • Mayor recaudación fiscal: Un mercado laboral en pleno empleo se asocia con mayores ingresos para el Estado a través de impuestos y contribuciones sociales, lo que potencialmente permite una mejor financiación de servicios públicos y bienestar social.

También, el pleno empleo puede contribuir a mejorar la cohesión social, reducir tensiones y conflictos laborales, y favorecer un clima de estabilidad y confianza que incentiva la inversión y el desarrollo de negocios.

Desafíos del pleno empleo

A pesar de sus beneficios, el pleno empleo también enfrenta varios desafíos:

  • Presiones inflacionarias: Un mercado de trabajo demasiado ajustado puede conducir a aumentos salariales y, como consecuencia, a presiones inflacionistas.
  • Rigideces del mercado laboral: En ocasiones, la consecución del pleno empleo puede verse obstaculizada por regulaciones laborales que limitan la flexibilidad tanto de trabajadores como de empleadores.
  • Cambios tecnológicos: La automatización y la inteligencia artificial plantean desafíos significativos para mantener altos niveles de empleo en ciertas industrias. La adaptación y capacitación continua son claves para abordar este desafío.

Nos enfrentamos a la importante tarea de equilibrar los beneficios del pleno empleo con estos posibles obstáculos, para asegurar un mercado laboral saludable y sostenible.

Ejemplos prácticos de pleno empleo

Ejemplo 1

Uno de ellos podría ser el caso de un país donde la tasa de desempleo se ha mantenido consistentemente en torno al 4%, lo que refleja principalmente desempleo friccional y estructural. Las empresas reportan dificultades para encontrar trabajadores con las habilidades necesarias, lo que señala que la mayoría de personas que pueden y desean trabajar ya están empleadas.

Ejemplo 2

Otro ejemplo podría ser una ciudad con una industria emergente en tecnología. A pesar de que se están creando muchos puestos de trabajo, podría haber una falta de trabajadores calificados en la región, lo que resulta en un aumento de la capacitación y reubicación laboral para acercarse al ideal de pleno empleo.

 

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