¿Qué es derechos adquiridos?

Los derechos adquiridos se refieren a aquellos beneficios o condiciones que una persona o entidad ha obtenido de manera legal y legítima, y que están protegidos por la ley, de forma que no pueden ser revocados o alterados arbitrariamente, incluso si hay un cambio en la legislación o en las políticas de una empresa.

Estos derechos se han ganado a través del tiempo y el cumplimiento de ciertas condiciones o acuerdos previamente establecidos.

Características de los derechos adquiridos

Para entender mejor este concepto, identificamos algunas características claves:

• Inmutabilidad: Una vez que se han obtenido, no pueden ser modificados o eliminados sin el consentimiento de la parte que los posee.
• Irretroactividad: Las nuevas normas o cambios en la ley no pueden afectar los derechos que ya han sido adquiridos bajo la normativa anterior.
• Personalidad: Están vinculados a una persona o entidad específica y no pueden ser transferidos a otro sujeto sin un procedimiento legal que lo permita.

Ámbito de aplicación de los derechos adquiridos

Los derechos adquiridos se encuentran presentes en diversas áreas:

• Laboral: Se ven reflejados en contratos de trabajo, convenios colectivos y condiciones laborales.
• Pensiones: Se aplican a los planes de pensiones y jubilación, donde se garantizan los beneficios acordados previamente.
• Contratos: Se respetan en acuerdos comerciales y obligaciones contractuales.

Ejemplos prácticos de derechos adquiridos

Ejemplo 1: Derechos adquiridos en un contrato laboral

Imaginemos que un empleado lleva trabajando en una empresa durante varios años. Durante ese tiempo, en su contrato laboral se estipula que tiene derecho a 30 días de vacaciones al año. Incluso si la empresa es adquirida por otra entidad que tiene una política general de 20 días de vacaciones, el empleado conservará su derecho adquirido de 30 días de vacaciones, ya que este estaba vigente al momento de la firma de su contrato.

Ejemplo 2: Derechos adquiridos en planes de pensiones

Supongamos que un trabajador está afiliado a un plan de pensiones que estipula que, si se jubila a los 65 años, recibirá un porcentaje determinado de su salario como pensión. Si la empresa decide cambiar el plan de pensiones para futuros empleados, aumentando la edad de jubilación a 67 años, esto no afectará al trabajador actual que ya ha adquirido el derecho a jubilarse a los 65 años con los beneficios prometidos.