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¿Qué es externalidades?

Las externalidades son efectos indirectos de una actividad económica que afectan a otros sujetos que no han elegido ser afectados ni han participado en la acción que origina dicho efecto.

Estos pueden ser tanto positivos como negativos y, aunque no siempre son fáciles de cuantificar, juegan un papel crucial en la toma de decisiones tanto en el sector público como en el privado.

Tipos de externalidades

Hablamos de externalidades negativas cuando los efectos son perjudiciales para terceros. Por contraste, las externalidades positivas ocurren cuando la actividad de un individuo o empresa tiene consecuencias beneficiosas para otros.

Interpretamos que el equilibrio en una economía de mercado puede distorsionarse a causa de estas externalidades, lo que justifica la intervención de políticas públicas para corregirlas.

Ejemplos de externalidades negativas

Contaminación ambiental: por ejemplo, si una fábrica libera residuos tóxicos al aire, los habitantes de las zonas cercanas podrían sufrir problemas de salud. Esto es algo que los afectados no han elegido y por lo tanto, es una externalidad negativa.

Ruido: imaginemos que un bar con música en vivo opera en un vecindario residencial. Los vecinos que residen en las viviendas cercanas y quieren descansar por la noche están experimentando una externalidad negativa debido a la actividad del bar.

Ejemplos de externalidades positivas

Vacunación: cuando nos vacunamos, no solo nos protegemos a nosotros mismos, sino que también disminuimos la probabilidad de transmisión de la enfermedad a otros, generando así una externalidad positiva para la sociedad.

Educación: la inversión en educación no solo mejora las perspectivas laborales y la calidad de vida del estudiante, sino que también tiene externalidades positivas para la sociedad, como menores tasas de criminalidad y un mayor nivel de cultura cívica.

La valoración de las externalidades

Cuantificar el impacto de las externalidades puede ser un desafío. No obstante, para gestionar estos efectos es crucial que estimemos su magnitud.

Utilizamos diferentes métodos, como el de precios hedónicos o el costo de viaje, para intentar asignar un valor monetario a estas externalidades y así poder compensar o incentivar las acciones que las generan.

La internalización de las externalidades

Abordamos la cuestión de cómo manejar las externalidades a través de la internalización. Esta técnica busca incorporar los costes o beneficios externos en las decisiones de precios y producción de la empresa causante o beneficiaria de la externalidad.

Por ejemplo, un impuesto sobre emisiones de dióxido de carbono busca que las empresas asuman el coste de la contaminación que generan, mientras que los subsidios a la educación buscan fomentar la generación de externalidades positivas.

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