¿Qué es garantía crediticia?
La garantía crediticia es un compromiso que asume una persona física o jurídica para asegurar la devolución de una deuda o crédito en caso de que el deudor principal no pueda hacer frente a sus obligaciones.
Este tipo de garantía es una pieza clave para instituciones financieras y prestamistas, ya que reduce el riesgo asociado a la concesión de créditos.
Tipos de garantías crediticias
Existen diversos tipos de garantías que pueden clasificarse en dos grandes grupos: las personales y las reales.
- Garantías personales: Son aquellas en las que una tercera parte se compromete a responder por el deudor. Dentro de esta categoría encontramos el aval y el fiador.
- Garantías reales: Involucran un bien o derecho que respalda la deuda. Ejemplos típicos son las hipotecas y las prendas.
Las garantías crediticias desempeñan un papel esencial en la gestión del riesgo crediticio.
Aseguran que, en caso de incumplimiento de pago, el prestamista tenga un recurso para recuperar la cantidad adeudada.
Además, suelen influir en las condiciones del crédito, como la cantidad máxima prestable, el período de devolución o el tipo de interés, ya que a menor riesgo, mejores condiciones puede ofrecer el prestamista.
¿Cómo funcionan las garantías crediticias?
El funcionamiento de una garantía crediticia es relativamente sencillo. Supone que, al solicitar un préstamo:
- Se identifica un bien o un avalista que actuará como garantía.
- Se establecen las condiciones bajo las cuales la garantía puede ser ejecutada.
- Se firma el acuerdo que formaliza la garantía como parte del contrato de préstamo.
Si llega el caso en que el deudor no cumple con sus obligaciones, el prestamista comenzará el proceso para hacer efectiva la garantía y recuperar el capital prestado, ya sea a través de la ejecución de la garantía real o exigiendo el pago al avalista.
Ejemplos prácticos de garantías crediticias
Ejemplo 1: garantía hipotecaria
Alejandra ha decidido comprar un piso. Para ello, solicita una hipoteca al banco. El piso que desea comprar es utilizado como garantía real de la operación. En este caso, si Alejandra no pudiese hacer frente a los pagos de su hipoteca, el banco tendría el derecho de embargar y vender el piso para recuperar el dinero prestado.
Ejemplo 2: aval personal
Carlos es un emprendedor que necesita un crédito para su nueva empresa, pero no cuenta con bienes suficientes para ofrecer como garantía real. Su padre se convierte en avalista, comprometiéndose a responder por la deuda de Carlos en caso de que este no pueda pagarla. De este modo, Carlos consigue el crédito y, en caso de impago, el banco podrá exigir al padre de Carlos el cumplimiento de la deuda.
Consejos al utilizar garantías crediticias
Si estás considerando actuar como avalista o vas a ofrecer un bien en garantía, es esencial que tengas en cuenta varios aspectos:
- Evalúa tu capacidad económica y la del deudor principal.
- Lee detenidamente las cláusulas del contrato de préstamo.
- Asegúrate de entender completamente las implicaciones legales de tu compromiso.
Las garantías crediticias son elementos cruciales en la dinámica financiera y es vital manejarlas con responsabilidad y conocimiento. Con ello, facilitamos las inversiones y el acceso al crédito, al tiempo que administramos los riesgos asociados.
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