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¿Qué es impuesto de sociedades?

El impuesto de sociedades es un tributo de carácter directo y de naturaleza obligatoria que grava las utilidades obtenidas por las empresas y entidades jurídicas.

Cada año, las sociedades están obligadas a entregar una parte de sus beneficios al Estado, contribuyendo así al sostenimiento de los gastos públicos.

Este impuesto forma una parte sustancial del sistema fiscal en España, y es esencial para el correcto funcionamiento de la vida económica del país.

Elementos del impuesto de sociedades

Para comprender mejor cómo funciona este impuesto, describimos sus elementos clave:

  • Base imponible: Corresponde al beneficio que la empresa ha generado durante el ejercicio fiscal, una vez ajustado por las diferencias permanentes y temporales establecidas por la normativa que regulan los ingresos y gastos deducibles.
  • Tipo impositivo: Es el porcentaje que se aplica sobre la base imponible para calcular la cuantía del impuesto. En España, el tipo general es del 25%, aunque existen tipos reducidos para determinadas entidades.
  • Período impositivo: Normalmente, coincide con el año natural, aunque las empresas pueden tener un ejercicio económico diferente, siempre que no supere los doce meses.
  • Declaración: Las sociedades deben presentar la declaración del Impuesto de Sociedades en el plazo establecido por la Agencia Tributaria, habitualmente durante los seis primeros meses del año siguiente al que hace referencia el impuesto.

¿Quiénes están obligados a presentar el impuesto de sociedades?

Cualquier entidad jurídica que opere en España está sujeta al impuesto de sociedades.

Esto incluye:

  • Sociedades limitadas (S.L.).
  • Sociedades anónimas (S.A.).
  • Entidades sin ánimo de lucro con actividad económica.
  • Cooperativas y sociedades civiles.
  • Filiales de empresas extranjeras.

¿Cómo se calcula el impuesto de sociedades?

El cálculo del impuesto implica una serie de pasos que debemos seguir. Comenzamos determinando la base imponible, que se obtiene a partir del resultado contable del ejercicio, con los ajustes fiscales correspondientes.

A esa base se aplica el tipo impositivo establecido por la ley, que como hemos dicho es del 25%, aunque puede variar en ciertos casos. Luego se restan las deducciones y bonificaciones a las que pueda tener derecho la sociedad.

Regímenes especiales y deducciones

Existen regímenes especiales y deducciones aplicables en determinadas circunstancias que pueden reducir la carga fiscal de las entidades:

  • Empresas de nueva creación.
  • Entidades dedicadas a determinadas actividades como investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
  • Empresas que operan en zonas con incentivos fiscales.
  • Deducciones por doble imposición para evitar que los beneficios gravados en el extranjero lo sean también en España.

Ejemplos prácticos para entender el impuesto de sociedades

Ejemplo 1: Sociedad limitada con beneficios regulares

Imaginemos una Sociedad Limitada que ha obtenido un beneficio contable de 100.000 euros al finalizar el ejercicio. Realizamos los ajustes fiscales pertinentes y obtenemos una base imponible de 95.000 euros. Aplicamos el tipo impositivo general del 25%, lo que resulta en una cuota íntegra de 23.750 euros. Sin embargo, la empresa tiene derecho a una deducción por inversiones de 5.000 euros. El impuesto a pagar será de 18.750 euros (23.750 – 5.000).

Ejemplo 2: Empresa de nueva creación

Una empresa de nueva creación con un beneficio contable de 50.000 euros, al ajustar su base imponible, la cifra se mantiene igual. Pero al estar en los primeros años de actividad, se beneficia de un tipo impositivo reducido del 15%. Entonces, la cuota íntegra sería de 7.500 euros. No dispone de deducciones adicionales, así que pagarán esos 7.500 euros como Impuesto de Sociedades.

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