¿Qué es inmueble?

Un inmueble es aquella propiedad territorial fija, que no se puede trasladar de un lugar a otro sin alterar su esencia.

Los inmuebles, por tanto, incluyen el terreno y todo lo adherido a él, como construcciones o edificaciones.

Características de los inmuebles

Los inmuebles se caracterizan por su permanencia y fijeza, lo que implica que no pueden ser movidos de su ubicación.

Otra propiedad inherente a los inmuebles es su longevidad; suelen tener una vida útil muy superior a otros bienes, lo que los convierte en inversiones a largo plazo. Además, su valoración está sujeta a factores como la localización, el uso del suelo y el mercado inmobiliario.

¿Eres autónomo o pyme?

Crea facturas y presupuestos fácil, sin errores y sin coste.
Consigue Billin gratis gracias al Kit digital.
Nosotros te ayudamos con los trámites.

Introduce una dirección de correo correcta Introduce una dirección de correo correcta
Introduce una contraseña No se han cumplido los requisitos de contraseña
8 o más caracteres
Al menos 1 minúscula
Al menos 1 número

*Billin es una solución 100% subvencionada para autónomos y empresas de 0 a 49 empleados con el Kit Digital.

Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, España Digital 2025, y Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025 de los fondos Next Generation de la UE.

La dirección de correo introducida ya está presente en nuestra base de datos Error de servidor, pruebe más tarde por favor

Tipos de inmuebles

En el ámbito inmobiliario, diferenciamos varios tipos de inmuebles. Estos se clasifican generalmente como urbanos o rurales.

Los inmuebles urbanos son aquellos situados en ciudades o áreas metropolitanas, pudiendo ser residenciales, comerciales, industriales o de servicios.

Por su parte, los inmuebles rurales se localizan fuera de los entornos urbanos y se destinan, comúnmente, a la agricultura, ganadería o explotación forestal.

Inmuebles en la contabilidad empresarial

En lo que respecta a la contabilidad, todo inmueble propiedad de una empresa se considera un activo no corriente.

Estos bienes requieren de un tratamiento contable específico, donde se contabiliza su adquisición, su depreciación y su eventual enajenación. Además, su valor contable ha de corresponderse con el valor razonable que el inmueble tendría en el mercado.

Ejemplos prácticos de la aplicación del término inmueble

Imaginemos que una empresa adquiere un edificio de oficinas en el centro de Madrid. Este inmueble se reflejará en su balance como un «Activo No Corriente» y deberá ser amortizado durante su vida útil. Además, la compra de este inmueble generará el correspondiente ITP y será objeto del IBI anualmente.

Consideremos ahora una persona que compra una vivienda en Barcelona. En términos fiscales, esta adquisición conlleva el pago de varios impuestos, como el ITP y, eventualmente, sus derechos sobre el inmueble pueden ser considerados para calcular su IRPF, en el caso que decida arrendarlo.

No te pierdas nada

Subscríbete a la Newsletter de Billin

A principios de cada mes enviamos un email
con todas las novedades.