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¿Qué es mercaderías?

Las mercaderías se refieren a los bienes adquiridos por una empresa con la finalidad de ser vendidos tal como se han comprado o tras haber sufrido un proceso de transformación.

Este concepto es clave en la gestión de inventarios y en la contabilidad de costos y ventas.

Las mercaderías en la contabilidad

En la contabilidad, las mercaderías juegan un papel crucial, ya que representan uno de los activos corrientes más significativos en el balance de la mayoría de las empresas comerciales.

Se consideran parte del inventario y su valoración afecta directamente a la cuenta de resultados. El correcto registro y manejo de las mercaderías es vital para determinar con precisión el coste de la mercancía vendida y, por tanto, el beneficio bruto de la empresa.

Valoración y registro contable de las mercaderías

Para proceder a la valoración de las mercaderías, es imprescindible determinar su coste de adquisición, que incluye el precio de compra, más los gastos adicionales hasta su ubicación en el almacén.

Una vez que las mercaderías están valoradas, se registran en el debe de la cuenta de mercaderías cuando se adquieren y en el haber cuando se venden o se devuelven.

El sistema de inventario perpetuo y el sistema de inventario periódico son dos métodos comunes para el registro de las mercaderías.

El primero actualiza el inventario tras cada compra o venta, mientras que el segundo ajusta el inventario al final del periodo contable a través de un conteo físico.

Tipos de mercaderías

Las mercaderías pueden ser de diversa índole dependiendo de la actividad de la empresa.

En general, podemos encontrar mercaderías que son materias primas destinadas a ser transformadas en el proceso productivo, productos terminados adquiridos para su venta directa, o mercaderías en curso, que se encuentran en proceso de producción o transformación.

Gestión de inventarios de mercaderías

La gestión de inventarios es esencial para mantener un control sobre las mercaderías.

Esto incluye la supervisión de las existencias, la optimización de los niveles de stock, y una adecuada política de compras y almacenamiento. Una buena gestión de inventarios asegura la disponibilidad de productos para la venta, evitando tanto el exceso como el defecto de stock.

Ejemplo práctico 1: compra de mercaderías

Supongamos que nuestra empresa adquiere una partida de 1000 camisetas a un proveedor con un coste de 5 euros por unidad. Adicionalmente, incurrirnos en gastos de transporte y seguros de 500 euros.

Nuestro coste de adquisición será de 5.500 euros, que corresponden a 5 euros por cada camiseta más los 500 euros de gastos adicionales. Registramos la compra de estas mercaderías en nuestra contabilidad, aumentando nuestro inventario y reconociendo un desembolso en nuestra cuenta de bancos o proveedores.

Ejemplo práctico 2: venta de mercaderías

Ahora, imaginemos que vendemos 300 camisetas a un precio de 10 euros cada una. El ingreso por estas ventas será de 3.000 euros.

Registramos esta operación incrementando nuestra cuenta de ventas y disminuyendo nuestro inventario de mercaderías en el coste de adquisición correspondiente a las 300 camisetas vendidas, lo que reducirá la cuenta de mercaderías y aumentará la cuenta de coste de venta, reflejando así el impacto en nuestro resultado fiscal y contable.

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