glosario contable>Mercado continuo

¿Qué es mercado continuo?

El mercado continuo es un entorno financiero en el que se efectúan transacciones de valores de forma ininterrumpida durante la jornada bursátil.

Este tipo de mercado se caracteriza por la posibilidad de realizar operaciones de compra y venta de activos, tales como acciones, bonos o derivados, a lo largo del horario establecido para la negociación, sin las interrupciones tradicionales de otras bolsas que operan por sesiones o lotes.

En España, el mercado continuo integra todas las bolsas de valores del país (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) y se rige por un sistema electrónico de interconexión, lo que permite aumentar la liquidez y mejorar la transparencia y la formación de precios de los valores cotizados.

Características del mercado continuo

Una de las principales características del mercado continuo es su capacidad para ofrecer información actualizada y en tiempo real sobre las fluctuaciones de precios, volumen y operaciones, lo cual es fundamental para inversores y participantes del mercado. Además, este sistema establece un rango de precios en el que se pueden realizar operaciones, lo que ayuda a evitar fluctuaciones bruscas y protege a los inversores.

La transparencia es otro elemento distintivo del mercado continu; todo participante tiene acceso a la misma información sobre las operaciones que se están llevando a cabo, fomentando así un entorno de igualdad de condiciones para todos los actores involucrados.

La figura del Market Maker o creador de mercado también es relevante dentro de este entorno, ya que se encarga de aportar liquidez al mercado, facilitando así la compra y venta de valores en cualquier momento durante la jornada bursátil.

Funcionamiento del mercado continuo

Nos centramos ahora en cómo funciona el mercado continuo y cómo se determinan los precios de los valores que en él cotizan. La fijación de precios se realiza mediante un sistema de subasta electrónica que opera en dos fases: la subasta de apertura y la subasta de cierre, con una fase de contratación continua entre ambas.

Durante la subasta de apertura, los participantes pueden introducir, modificar o cancelar órdenes, pero no se ejecutan operaciones. Al final, se fija un precio único de apertura en el que la suma de órdenes de compra iguala a la suma de órdenes de venta. A partir de ahí, comienza la fase de contratación continua, en la cual las operaciones se realizan en tiempo real al mejor precio disponible.

Al cierre del mercado, se realiza un proceso similar al de la apertura para determinar el precio de cierre. Este mecanismo asegura la transparencia y la equidad en la formación de precios.

Ejemplos prácticos

Imaginemos que estamos interesados en comprar acciones de la empresa Tecnologías Avanzadas S.A. Durante la subasta de apertura, observamos que el precio de apertura se ha establecido en 15 euros por acción, gracias al equilibrio entre la oferta y la demanda. Decidimos adquirir unas acciones a ese precio y, a lo largo del día, la cotización varía en función de las transacciones que se realizan continuamente en el mercado.

En otro ejemplo práctico, consideremos que somos dueños de acciones en una empresa alimentaria, Nutrición S.L., y queremos vender parte de nuestro paquete accionarial. Gracias al mercado continuo, podemos poner nuestras acciones a la venta y encontrar un comprador en cualquier momento durante el horario de contratación bursátil, sin tener que esperar a momentos específicos del día para poder realizar la transacción.

No te pierdas nada

Subscríbete a la Newsletter de Billin

A principios de cada mes enviamos un email
con todas las novedades.