¿Qué es obligacionista?
Estas obligaciones representan una deuda para la entidad emisora y un crédito para el obligacionista. Son una forma de financiamiento a medio o largo plazo para la empresa o entidad que los emite.
El derecho principal del obligacionista es recibir periódicamente unos intereses (cupón) y al final del plazo estipulado, recuperar la inversión inicial.
Características de las obligaciones
Las obligaciones financieras son instrumentos de deuda que tienen características particulares:
- Tienen un valor nominal, que es el precio por el cual se emiten y se reembolsarán al final de su vida útil.
- Generan intereses, conocidos como cupones, que pueden ser fijos o variables y se pagan en períodos determinados durante la vida del bono.
- Poseen un plazo de vencimiento, que es el tiempo durante el cual el obligacionista tiene derecho a recibir los intereses y al final del cual se devuelve el valor nominal.
- Suponen un riesgo menor que las acciones, ya que en caso de liquidación de la empresa, los obligacionistas tienen prioridad de cobro sobre los accionistas.
- Se pueden comercializar en el mercado secundario, lo cual proporciona liquidez a los inversores.
Riesgos para el obligacionista
A pesar de ser una inversión considerada menos arriesgada en comparación con las acciones, los obligacionistas se enfrentan a varios riesgos:
- Riesgo de crédito: Es la posibilidad de que la entidad emisora no pueda hacer frente a los pagos de intereses o al reembolso del principal.
- Riesgo de mercado: Los cambios en las tasas de interés afectan el precio de la obligación en el mercado secundario, lo que puede resultar en pérdidas si la venta se realiza antes del vencimiento y los intereses han subido.
- Riesgo de liquidez: En ocasiones puede ser difícil encontrar compradores para ciertas obligaciones, lo que dificulta su venta a un precio justo.
Ventajas para el obligacionista
Invertir como obligacionista también conlleva ventajas que son atractivas para ciertos inversores:
- Proveen un flujo de ingresos regular por los pagos de intereses.
- Ofrecen mayor seguridad que las acciones, ya que los pagos están más asegurados.
- Son adecuadas para perfiles de riesgo conservador o moderado.
Ejemplos prácticos
Ejemplo 1: inversión en obligaciones corporativas
Supongamos que la empresa «Construcciones Modernas, S.A.» necesita financiación para expandir sus operaciones y decide emitir obligaciones por valor de 1.000 euros cada una con un interés anual del 5% y un vencimiento a 10 años. Ana, una inversora, compra 10 obligaciones, invirtiendo así 10.000 euros. Ana se convierte en obligacionista y cada año recibirá 500 euros en concepto de intereses, y al final de los 10 años, recuperará su inversión inicial de 10.000 euros.
Ejemplo 2: venta anticipada en el mercado secundario
Carlos invirtió en obligaciones del gobierno con un valor nominal de 5.000 euros y un cupón del 4%. Sin embargo, debido a una subida inesperada de los tipos de interés, el valor de mercado de sus obligaciones disminuye, ya que nuevos inversores pueden obtener mejores rendimientos por el mismo precio. Si Carlos necesita liquidez y decide vender sus obligaciones antes de la fecha de vencimiento, es posible que sólo pueda recuperar 4.500 euros, asumiendo así una pérdida de 500 euros. A pesar de esto, sigue siendo obligacionista hasta que realiza la venta y transfiere sus derechos a otro inversor.
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