glosario contable>Valor neto realizable

¿Qué es valor neto realizable?

El valor neto realizable se define como el precio que podemos obtener por un determinado activo, lo que significa, a qué precio podemos venderlo.

No podemos confundir el valor neto realizable con el valor razonable, ya que, este último se refiere al valor en el mercado de un activo financiero y no al valor que somos capaces de obtener si lo vendemos.

A la hora de calcular el valor neto realizable hay que tener en cuenta los costes de cualquier tipo de venta, es decir, impuestos, comisiones, uso de recursos, etc., y, sobre todo, las circunstancias de la empresa para poder imponer precios en el mercado o la fuerza que tenga para negociar con terceros.

Usos del valor neto realizable

Usamos este valor para saber si hay o no deterioro contable en un activo (fijo, circulante, inmaterial, materias primas, servicios contratados).

Por ejemplo, si tenemos un inmovilizado que hemos adquirido por un coste de 1.000 euros y lo podríamos vender por 1.200 euros, y quién gestiona la venta gana una comisión del 10% del precio final, el cálculo será:

Valor neto realizable 1.200 euros -120 euros = 1.080 euros > 1.000 euros

En este caso no hay deterioro porque el precio que obtenemos es superior al valor contable, así que obtendremos un beneficio por la venta efectiva.

Con el mismo ejemplo anterior, si el inmovilizado no puedo venderlo por 1.200 euros, sino por 1.100 euros, con los demás datos iguales, el cálculo será:

Valor neto realizable 1.100 euros – 110 euros = 990 euros < 1.000 euros

En este caso el valor es inferior al valor contable, y, por tanto, sí habría un deterioro de que debemos contabilizar como pérdidas por deterioro de inmovilizado.

El valor neto realizable de materias primas

A la hora de calcular el valor neto realizable de las materias primas es un poco más complicado, ya que, su destino no es venderlas, sino utilizarlas para fabricar otros productos.

Imagina que hemos comprado herrajes por un valor de 10 euros, pero solo podríamos venderlos por 7 euros y arandelas que nos han costado 2 euros y podríamos venderlas por 1 euro.

Nos encontramos con un almacén con materias primas que nos han costado más de lo que podríamos venderlas, y, por tanto, habría un deterioro de 3 euros, sin embargo, no será así, ya que, se han fabricado guías para muebles que tienen un coste de fabricación de 20 euros, teniendo un coste total de:

7 euros + 20 euros + 2 euros = 29 euros

Y, si las guías podemos venderlas por 50 euros cada una con un gasto de venta del 10% la operación, resultaría:

29 euros + 5 euros = 34 euros < 50 euros

Aunque parecía que había deterioro en las materias primas, no lo hay en el producto terminado, por lo que aquí no se contemplaría el deterioro.

Por último, según el ICAC el mejor método de valoración de las materias primas es el coste de adquisición.

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